Vitoria. Varias decenas de abonados del Caja Laboral se ha encontrado esta última semana con una sorpresa desagradable. De manera inesperada, van a tener que buscar un nuevo acomodo en las gradas del Buesa Arena, como consecuencia de la decisión de la directiva baskonista de reubicar y ampliar la grada de animación, que a partir de ahora ocupará la zona que se encuentra en la parte posterior de una de las canastas, en los sectores 108 y 208. La raíz principal del problema, según los aficionados que se han puesto en contacto con este periódico, estriban ante todo en las formas. Denuncian que se enteraron de la noticia a través de una llamada telefónica de una empleada de la tienda oficial, que incluso les instó a que fuesen ellos mismos los que se pusieran en contacto con aquellos con los que suelen acudir a los partidos.

El Baskonia tiene previsto recolocar más cerca del parqué al grueso de los aficionados más ruidosos, los que suelen tirar del resto a la hora de enlazar los cánticos de apoyo y que están englobados en Indar Baskonia. La directiva de Josean Querejeta llegó a un acuerdo con ellos para cederles un sector mayor de grada si lograban aumentar en número, e incluso les permitió grabar un spot con algunos de los jugadores para que resultase más fructífera su campaña de captación. Hasta ahí, todo normal. El Baskonia, como gestor del pabellón, tiene derecho a reubicar a los socios. Esto lo asumen los abonados que han mostrado su descontento, aunque también censuran el "maltrato" al que se ha sometido a algunos aficionados que en algunos casos llevaban cerca de una década en las localidades que ahora se pretenden reasignar.

"Lo de la grada de animación nos parece perfecto, porque en un partido normal de fase regular el ambiente muchas veces es algo frío, pero las formas han sido lamentables", critica uno de los socios que el viernes recibió la llamada en cuestión. "Nadie ha explicado nada al socio y de la noche a la mañana nos han echado de nuestra localidad, después de nueve años y de haber estado el último pagando 450 euros por mantenerla teniendo un lugar pésimo en el Iradier", añade.

Según las explicaciones que les reportaron a los afectados las empleadas del club con las que tuvieron contacto el mismo viernes, las previsiones que había realizado el área de marketing del Baskonia con respecto a los aficionados dispuestos a integrar la grada de animación se han visto superadas y por este motivo se está ampliando el área. A los abonados que se han visto desalojados, tal y como explican los que se han puesto en contacto con este periódico, se les ha instado a buscar un nuevo acomodo. En muchos casos, no obstante, será mucho peor del que han ostentado durante varios años. Y eso ha contribuido a aumentar el malestar, que podía percibirse tanto en la calle como en las redes sociales.

De momento, el Baskonia se ha encontrado con la presentación de varias hojas de reclamaciones. El club no ha ofrecido todavía una respuesta oficial. Tendrá que hacerlo para reinstaurar la paz social.