Vitoria. Estrategias a un lado. El estado de forma y los planes tácticos cuentan lo justo en esta culminación de la vibrante serie semifinal ofrecida por Baskonia y Real Madrid, en parte, por la igualdad que está marcando la eliminatoria. Los contendientes aluden al factor mental como llave maestra para acceder a la final de la Liga ACB en este curso 2011-12.

Así, al menos, lo cree el alma del Baskonia durante este curso. Pablo Prigioni alzaba la cabeza para mirar al frente con optimismo mientras desgranaba los factores que podrían permitir a los azulgrana cosechar, en Madrid, una victoria que valga una final. "Será un partido como lo han sido todos estos; un partido igualado. Será normal llegar al último cuarto igualados y habrá que ver si, en esos momentos, estamos preparados mentalmente y somos capaces de tener acierto y más frialdad para cerrar el encuentro", analizaba el timonel argentino.

Una fortaleza mental que será crucial en una serie de diferencias mínimas y altas revoluciones. "Como ellos han sentido la presión aquí y la han sabido aguantar en el día de hoy (por el jueves), nosotros también la hemos aguantado el primer día, para nosotros no cambia nada", concedía Prigioni, creyente de las posibilidades de su equipo.

Similar parecer mostró Pau Ribas, que lamentaba haber adolecido de este carácter el pasado jueves además de buscar explicaciones en factores puramente deportivos: "Hemos jugado bastante mal en ataque, sin opciones claras, sin una buena referencia y eso nos ha pasado factura, pero, sobre todo, mentalmente el equipo no ha estado a la altura".

Éste es el camino marcado por el equipo. Por Ivanovic seguramente. El camino hacia la final pasa por el convencimiento de disputarla. Algo que faltó el jueves pero que no escasea en las huestes baskonistas.