Vitoria. El Baskonia ha tuteado al Real Madrid durante buena parte de los dos primeros encuentros y el botín que se trae de Madrid es difícilmente mejorable, pero la felicidad no puede ser completa en el entorno debido al desequilibrio numérico con que tiene visos de afrontar los siguientes compromisos en la capital alavesa. Mientras Laso despejará su enfermería con el regreso de un Mirotic que ya se vistió de corto el pasado sábado sin que finalmente llegara a debutar en esta semifinal, Ivanovic cruza los dedos para que Nocioni pueda reaparecer lo antes posible tras el problema muscular que padeció durante el calentamiento previo a la consecución de la primera victoria en la serie.

Todo hace indicar que el poste balcánico nacionalizado español estará disponible para elevar la mordiente interior de su equipo y que el alero santafesino, del que todavía se desconoce con exactitud la gravedad exacta de su rotura fibrilar, no podrá ser de la partida para la tercera entrega de mañana como adelantó el propio Querejeta a la conclusión de la última derrota. Si un milagro en forma de las famosas infiltraciones de plasma sanguíneo rico en factores de crecimiento a las que se está sometiendo no lo remedia durante las próximas horas, la rotación azulgrana se verá mermada para oponer resistencia a un ejército más numeroso como el blanco.

Si Laso dispone de un interminable fondo de armario para suplir a Mirotic gracias a la presencia de un Velickovic en estado de gracia y del incombustible Reyes, capacitado para tapar cualquier agujero pese a su paulatino declive, Ivanovic no lo tiene tan fácil para parchear la baja de un Nocioni que, si bien ha sufrido numerosos altibajos en su costosa puesta a punto tras su ostracismo en la NBA, suministra un plus en cuanto a intangibles como el carácter y la dureza. Además, el poderío físico del albiceleste se antoja vital para reducir a un perímetro merengue donde la envergadura de Suárez y Singler están causando problemas a hombres menos espigados como San Emeterio, Oleson y Ribas.

Su sensible ausencia ha obligado a Nemanja Bjelica a reciclarse nuevamente al puesto de tres durante muchos minutos. El balcánico vive sus momentos de mayor esplendor desde que aterrizó hace dos veranos en el Baskonia, pero su presencia en la cuerda exterior reduce el abanico de opciones para una zona ocupada únicamente por Teletovic, Milko Bjelica y Lampe. Es el riesgo de contar únicamente con diez peones útiles.