vitoria. Se acerca el play off por el título. Llega el periodo más determinante -amén de los cruces europeos- de la temporada baloncestística, época propicia para refuerzos concretos. Para realizar pequeños esfuerzos en lo económico que apuntalen la plantilla e incrementen las posibilidades de éxito de ésta. Al parecer, este curso no será así o, al menos, el viento sopla en esa dirección.

Sin embargo, los antecedentes obligan a desconfiar del escenario que se antoja más lógico. De hecho, en absoluto carece de sentido el discurso estándar del club a este respecto: "Se fichará si se encuentra algo que mejore la plantilla". Traducido en el contexto actual: se acometerá una nueva contratación en caso de encontrar un jugador que aporte una mejora sustancial al grupo siempre que se pueda llevar a cabo a un precio razonable. Condicionantes que hacen difícil la llegada de un nuevo jugador a Vitoria en los tres días que restan para que arranquen las eliminatorias por el título, aunque no hay que descartar nada contando con que el final de otras competiciones ha mandado de vacaciones a más de un jugador de perfil apetecible.

Éste fue el caso de antiguas incoproporaciones de última hora como Lou Roe. El jugador norteamericano, ya en la cuesta final de su carrera, caía eliminado con su equipo por aquel entonces, el Palma Aqua Mágica de LEB Oro, escuadra por la que había fichado tras concluir la liga coreana. Después de aquello, Roe se incorporó a la disciplina baskonista para disputar las eliminatorias por el título de la temporada 2006-07.

Aunque no hay que irse tan lejos en el tiempo. El grueso de la afición azulgrana recordará uno de los temporeros de play off más rentables de la historia del club. Milton Palacio integraba la plantilla del club en el curso 2009-10, contribuyendo, de manera crucial, en su papel de relevo y contrapunto del eléctrico Marcelinho Huertas, a alzarse con el título de liga de manera heróica. El norteamericano de pasaporte beliceño estuvo acompañado de otro fichaje efímero, aunque éste de mayor longevidad en aquella campaña. Golubovic, en su primera etapa en el club, fichó en el mes de febrero y fue renovando mediante pequeños contratos para disputar el campeonato hasta el final.

Es quizás la posición de base la que más se ha apuntalado en los últimos tiempos cuando se acercaba este tramo de la temporada. Chris Corchiani, que llegó en el play off de la 1999-00, es buen ejemplo de ello. Se quedaría dos años más. También John Lucas, otro jugador de vacaciones por haber finalizado la NBDL, integraba el plantel baskonista semanas antes de las eliminatorias por el título en 2009. Aquí dio el rendimiento justo, aunque su innegable calidad se vio refrendada este curso cuando hubo de suplir la baja de Derrick Rose, uno de los mejores jugadores del planeta, en los Chicago Bulls.

Por todo ello, no sería cauto dar por cerrada la plantilla de cara a este play off 2011-12. Si se indaga en los boquetes de esta plantilla, el juego interior sería susceptible de ser retocado. El buen acoplamiento de Maciej Lampe se antoja insuficiente para pelear con los N'Dong, D'Or Fischer o Tomic. El relevo de Prigioni se ve también con recelo. Pese a que Heurtel ha demostrado la calidad que atesora, se cuentan con los dedos de una mano los buenos encuentros completados por el francés en el presente curso. Si le añadimos las dolencias que sufren el propio Prigioni y San Emeterio, se vislumbra factible una incorporación de cara al play off, aunque el contexto indique que lo más probable es que se mantenga el plantel actual. Quedan tres días para confirmarlo.