Vitoria. Tres victorias en las tres primeras jornadas están bien, pero cuatro es mucho mejor. Esta noche, (20.45 horas, ETB 1) el Caja Laboral mide fuerzas en tierras francesas con el vigente campeón de su Liga, el Sluc Nancy, dispuesto a asfaltar definitivamente su camino hacia el Top 16. Líder del grupo A con dos triunfos en Vitoria y uno lejos del Iradier Arena -en el duelo inaugural contra el Fenerbahce-, enlazar a domicilio una cuarta muesca en el revólver permitiría a los vitorianos no sólo certificar prácticamente su billete a la siguiente fase, sino soñar incluso con el liderato. Al fin y al cabo, el cuadro azulgrana es a día de hoy el equipo más fiable de los que pueblan su grupo. Pero billete y liderato pasan por vencer hoy a un conjunto, o más bien a un jugador, que acapara los elogios de buena parte del baloncesto continental. El Nancy no esconde sus cartas. No basa su juego en sesudas jugadas ni en ataques de entrenador desde el banquillo. Son tres hombres contra el mundo. Tres mosqueteros liderados por un D'Artagnan de 2,03 metros con un talento innato para el deporte de la canasta.

Mientras el lockout no lo impida, Nicolas Batum domina las estadísticas de la Euroliga a base de puntos y minutos. Decir que Nico es clave para su equipo es quedarse corto. Los datos hablan por sí mismos. En los tres partidos disputados hasta la fecha, el jugador propiedad de los Portland Trail Blazers sólo ha descansado dos minutos y medio. En total. Hombre orquesta en su máxima expresión, Batum promedia 20,3 puntos, 6,7 rebotes, 7,3 asistencias y 9 faltas recibidas por partido. Así las cosas, la mayor parte -por no decir todas- las opciones de éxito para la escuadra azulgrana pasarán esta noche por secar al buen amigo de Thomas Heurtel.

Entre Pau Ribas -condenado de nuevo al ostracismo frente al Obradoiro tras su fundamental contribución a la victoria ante el Olympiacos-, Brad Oleson o un por ahora desvanecido Fernando San Emeterio deberán levantar un muro de contención que impida a la estrella francesa desplegar su juego y, por el mismo precio, hacer jugar a sus compañeros. El duelo directo de cañoneros entre Batum y Mirza Teletovic -el baskonista lidera la tabla con 21,6 seguido por el galo- será sin duda uno de los grandes atractivos para el espectador. Ivanovic podrá contar por segundo partido consecutivo con todos sus efectivos.

Será el momento de comprobar si las buenas sensaciones que Joey Dorsey desplegó el pasado domingo se ven corroboradas ante un contrincante de mayor enjundia, con el nigeriano Akin Akingdala como peso pesado en la pintura. Cuarto máximo reboteador de la competición europea, el poste africano completa junto al joven Adrien Moerman la triada sobre la que se sustenta el juego del equipo dirigido por Jean-Luc Monschau, que ha hecho del baloncesto físico -eso que Ettore Messina denomina atleticismo- un auténtico arte. El Bizkaia Bilbao Basket, próximo rival continental azulgrana dentro de una semana, bien puede corroborarlo. Salvo que los hombres de Ivanovic opten hoy por echar mano de su lado menos efectivo y estimulante, ese que tantos disgustos les ha costado en lo que llevamos de ACB, el Caja Laboral tendrá buena parte del trecho andado si consigue prolongar durante todo el partido la intensidad que sacó a relucir en los últimos minutos del reciente choque contra el Olympiacos. Y si puede finiquitarlo sin esperar al último segundo, mejor. No todos los días la moneda cae de cara.