vitoria. Han pasado dieciocho días desde que Joey Dorsey se doblara el pulgar izquierdo hasta el punto de abrirse una brecha y necesitar cinco puntos de sutura. Ayer, el pívot norteamericano probó suerte en el entrenamiento matutino enfundado en una protección que le cubría la zurda, pero las sensaciones no fueron muy positivas. Por la tarde, antes de la segunda sesión de trabajo diaria, el jugador visitaba de nuevo al doctor en el Iradier Arena para comprobar el estado de su maltrecho dedo. La balanza que dictaminará su concurso mañana ante el Valencia Basket se mantenía ayer equilibrada, aunque ligeramente decantada hacia el no. Por un lado, el temor a que un nuevo golpe fortuito dañe la zona malherida y el hecho de que Dorsey aún sienta un poco de dolor al entrar en contacto con el balón. Por otro, la necesidad de sumar efectivos en la pintura ante uno de los equipos de la ACB con un juego interior más poderoso. En principio, la decisión se demorará hasta última hora, pero la opinión de Dusko Ivanovic al respecto es notablemente diáfana.
"Sería bueno que pudiera estar disponible. Tiene problemas para entrar en contacto con el balón, pero es normal. Ahora mismo no sé si va a jugar", explicó el entrenador del Caja Laboral. Ante esta tesitura, la gran pregunta es si sería conveniente forzar la presencia del ex NBA frente a la escuadra levantina o sería más conveniente recurrir a la prudencia. La diatriba, otra vez, no deja demasiado espacio para las dudas en lo que al montenegrino se refiere. "Si existe la posibilidad de que empeore en contactos normales del partido no jugará, pero si no... También existe riesgo de que se pueda lesionar un jugador que no tiene ningún problema físico", ironizó Ivanovic con media sonrisa en el rostro al ser cuestionado al respecto. Unas palabras que tienen en lo ocurrido recientemente con Kevin Seraphin su mejor y más claro precedente.
Así, a la espera de comprobar si el poste de 2,03 metros debuta mañana en la ACB como jugador del Baskonia, la escuadra vitoriana encarará en el Iradier Arena un extraño partido contra uno de los equipos llamados a luchar por los puestos de arriba. Extraño porque el cuadro entrenado por Paco Olmos, con el exbaskonista Ibon Navarro como ayudante, aterriza en la capital alavesa envuelto en su primera gran crisis del curso. Y eso que apenas han transcurrido tres jornadas. En su segunda aventura al frente de la nave taronja, Olmos se ha topado con un balance de dos derrotas ante rivales asequibles -Estudiantes por 71-69 y Lucentum Alicante en su feudo por 67-70- y una aplastante victoria frente al CAI Zaragoza por 82-66. Tras su eléctrica temporada pasada con Svetislav Pesic, el Valencia se ha reforzado este verano con un puñado de jugadores realmente apetecibles. Al menos dos de ellos, Stefan Markovic y A.J. Ogilvy, seguidos muy de cerca por el Baskonia.
"Para mí es uno de los mejores equipos de la ACB. Este año es más completo y tiene una plantilla más coherente que en años anteriores", valoró Ivanovic, que quiso destacar un nombre por encima del resto de incorporaciones. "Todos los jugadores que han fichado tienen muchas calidad, pero Markovic se ha adaptado más fácil porque es un base listo, que lee muy bien el juego y defiende bien. Ya demostró en la Bennetton y en Serbia qué tipo de jugador es", subrayó el preparador balcánico sobre el timonel de 1,97 metros, que en solo tres encuentros se ha adueñado de la dirección de juego por delante de Nando de Colo o Rodrigo San Miguel.
el "cambio" de teletovic Enfrente, Ivanovic tendrá mañana a un hombre cuyo retorno a Valencia sorprendió a casi todos durante la pretemporada. Elegido para guiar a un equipo que había acabado hasta el gorro de la actitud espartana de Pesic, Paco Olmos empieza a ver cómo su silla se tambalea en este arranque liguero por culpa de un juego demasiado pobre para lo que cabe esperar de un plantel como el suyo. En medio de los primeros rumores sobre su posible destitución si no consigue resucitar a sus hombres, el técnico nacido en la capital del Turia no tiene miedo de jugarse los cuartos ante un Baskonia henchido de orgullo tras su exitoso debut continental en la cancha del Fenerbahce.
"Nuestras opciones de victoria pasan por una excelsa defensa, igualar la intensidad que proponen y tener claro que en este tipo de partidos no vale con jugar una serie de minutos o de cuartos, sino jugar cada minuto como si fuera el último", recordó Olmos, que diseccionó hombre por hombre a los jugadores azulgranas. "El Caja Laboral es un equipo que cambia bastante si lo dirige Prigioni o Heurtel. Oleson y Pau Ribas están en un excelente momento y Teletovic ha cambiado su juego, lanza muchos menos triples y tiene más juego de poste. Es un jugador más completo porque hace más cosas de las que hacía antes", apuntó un entrenador que en estos primeros compases ligueros está echando de menos la aportación de un jugador llamado a marcar diferencias, pero que no acaba de explotar al nivel que todos esperaban hace unos años.
víctor claver Renovado recientemente hasta 2014, a Víctor Claver no parece haberle sentado especialmente bien su paso por el Eurobasket de Lituania con el combinado de Sergio Scariolo. Sus números en este arranque distan a años luz de los de un referente -6 puntos de media en 21 minutos-. Su -6 de valoración en la reciente derrota frente al Lucentum hizo el resto. "Él es el primero que quiere jugar bien y que sea su gran año. Sabe que es importante dentro de la plantilla. Debe ser fuerte mentalmente y, si el inicio no es el deseado, buscar el momento dentro del partido. Pero no se pueden sacar los pies del tiesto", instó su entrenador ante las críticas recibidas por la insignia taronja. Mañana, el Baskonia intentará que Claver postergue su recuperación al menos unos días más.