vitoria. Una vez perfilada la plantilla tras las recientes contrataciones de Joey Dorsey y Unai Calbarro, la secretaría técnica del Baskonia mantiene abiertos otros frentes importantes. Mientras Dusko Ivanovic ya dispone de doce elementos para hacer del equipo vitoriano una sólida alternativa a los títulos, el club sigue sin concretar el futuro de dos jóvenes apuestas que se foguearán en otro lugar mediante una cesión. Dejan Musli y Matías Nocedal, sin hueco a las órdenes del preparador montenegrino, se entrenan en la capital alavesa a la espera de recalar en algún club que asuma una parte importante de sus respectivas fichas y en el que puedan gozar de un protagonismo destacado para curtirse como baloncestistas de élite.
A priori, la salida más inminente es la del exterior argentino, al que todavía le quedan dos años de contrato en el Caja Laboral. En declaraciones a este periódico, su agente reveló ayer que su futuro quedará definido "en los próximos dos o tres días" habida cuenta de que las competiciones domésticas se encuentran a punto de arrancar. "En Vitoria hay demasiados jugadores en su puesto y le estamos buscando una cesión Hay interés de varios equipos, pero aún no hemos concretado nada", opinó.
Tras despuntar el pasado ejercicio en las filas del Fileni Jesi italiano, el futuro de Nocedal podría apuntar nuevamente a la Lega o, en su defecto, la LEB Oro, donde también ha protagonizado numerosas incursiones -el Bruesa, el Mérida, el Vic y el Orense- desde que fuera fichado por ocho temporadas en el verano de 2006 como uno de los valores más pujantes de la, en su día, prolífica cantera albiceleste.
A sus 21 años y ya en la recta final de su larga vinculación contractual en la capital alavesa, Nocedal no ha progresado lo suficiente como para aspirar a formar parte del proyecto azulgrana. Su caso reviste muchas similitudes con los de Guaita, Mainoldi y Sandes, tres apuestas de futuro del club que, a la postre, se quedaron a medio camino. Ni siquiera su condición de seleccionable -posee la doble nacionalidad- le abre las puertas a formar parte algún día de un equipo como el baskonista que se le queda demasiado grande a sus condiciones.
En una tesitura similar se encuentra Musli, aunque en este caso las urgencias para encontrarle acomodo en otro equipo son si cabe mayores al tratarse de un pívot en el que el Caja Laboral mantiene depositadas todavía grandes esperanzas de futuro. Hasta la fecha, el deseo de Josean Querejeta de que su próximo club de destino se haga cargo de la práctica totalidad de la ficha del serbio ha disuadido a sus pretendientes a la hora de acometer su llegada.