vitoria. Cuando un equipo con una logística tan amplia como el Baskonia tiene que mudarse de casa y trasladar todos sus bártulos a un espacio pensado para el mundo taurino suceden cosas, cuanto menos, curiosas. Cosas como que lo que antes era un corral para las reses se transforme en una sala VIP, que la cámara frigorífica que servía de desolladero pase a convertirse en un almacén o que el despacho de Dusko Ivanovic comparta pared con la capilla en la que los toreros rezan sus plegarias antes de saltar al ruedo. Con todo, ninguno de los incontables cambios que ha sufrido el coso, aunque algunos sorprendentes, parecen haber sido objeto de la improvisación. Probablemente, la principal molestia que tanto el Caja Laboral como sus rivales deberán soportar es adaptarse a unos vestuarios muy modestos. La mayoría de los jugadores tendrán que agachar la cabeza para adentrarse en unos espacios diminutos que hasta ahora servían como simples baños para espectadores y trabajadores a pie de coso. Los corrales donde habitualmente se guardan los toros acogerán a partir de ahora a los invitados VIP, que en la grada también tendrán palcos privados gestionados por el propio Baskonia.
Por su parte, y en el extremo opuesto del recinto respecto al vestuario de los jugadores, Ivanovic dispondrá de un amplio despacho -ocupado habitualmente por la gerencia del Iradier Arena- ubicado curiosamente junto a la capilla. Un oratorio que, a falta de diestros, ejerce ahora de almacén con algunos colchones en su interior. A partir de ahora sólo queda esperar para comprobar el impacto que la presencia del Baskonia en pleno centro de Vitoria causará en la zona y los comercios y bares cercanos. Hasta ahora, los espectáculos de este calado se habían limitado a las afueras de la ciudad, tanto en el Buesa como en Mendizorroza, y desde el club azulgrana y el Ayuntamiento se insta a los aficionados a hacer uso del transporte público para llegar al recinto. Durante unos meses, el centro de Vitoria vibrará con el Baskonia.