VITORIA. Mientras la directiva se afana con urgencia en los despachos en corregir de una vez por todas la alarmante sequía de interiores y cerrar definitivamente una plantilla cogida todavía con alfileres, Dusko Ivanovic ya tiene otros motivos para esgrimir una leve sonrisa una vez finalizada la participación azulgrana en el triangular de Lanzarote. Obligado hasta ahora por las exigencias del guión a trabajar con un nutrido ramillete de canteranos y temporeros que palíen la falta de efectivos, la silueta azulgrana empezará a cobrar forma a partir de ahora con el aterrizaje de algunos de los primeros espadas justo a tres semanas del arranque de la Liga Endesa.

Tras malvivir por diferentes razones con un colectivo escuálido compuesto únicamente por cuatro de los once jugadores útiles que tendrá a su disposición durante los próximos meses (Ribas, Oleson, Teletovic y Milko Bjelica), el entrenador montenegrino verá engrosada a corto plazo su nómina de baloncestistas una vez concluidos los compromisos internacionales de otros integrantes baskonistas. Es el caso de Prigioni, San Emeterio y Nemanja Bjelica, que se suman al trabajo bien avanzada la pretemporada, elevarán notablemente la calidad de los entrenadores y permitirán engrasar una maquinaria con los típicos desajustes de esta época del año y, sobre todo, unas palpables limitaciones debajo de los aros debido al terrible sufrimiento para incorporar dos pívots de campanillas.

El timonel argentino ya se encuentra desde hace días en la capital alavesa tras conducir a su selección al título en el Torneo de las Américas, mientras que los dos aleros aterrizarán en breve una vez finalizada su andadura en el Europeo de Lituania que echó la telón en la jornada de ayer. Con ellos en nómina y a expensas de que Heurtel y Williams culminen el proceso de recuperación de sus respectivas lesiones, Ivanovic ya tendrá a su disposición a toda la cuerda exterior configurada por el club para el próximo ejercicio. Una extensa lista formada por siete piezas, algunas muy versátiles y capaces de amoldarse a diferentes posiciones. El base francés, procedente del Alicante, podría incluso acortar los plazos de la tendinitis rotuliana en su rodilla izquierda por la que iba a permanecer entre dos y tres semanas de baja. En el caso del escolta estadounidense, aquejado de un esguince en la misma articulación que le ha dejado un mes fuera de combate, el objetivo no es otro que su participación en la Supercopa, cuya semifinal ante el Bilbao Basket se ha fijado para el viernes día 30.

Antes de intentar el asalto al primer título de la temporada, el calendario deparará importantes citas al Caja Laboral. Tras un amistoso ante a puerta cerrada frente el Obradoiro en BAKH este viernes, llegará el primer plato fuerte con la disputa de un morboso Trofeo Diputación. El visitante no será un rival cualquiera, sino el remozado Real Madrid de Pablo Laso que, entre otras caras nuevas, contará con Carroll, Pocius y, posiblemente, Rudy Fernández hasta que se desbloquee el lockout. Dos días más tarde, la segunda edición de la Euskal Kopa verá la luz con otro enfrentamiento ante el Lagun Aro en el Iradier Arena. Será la última ocasión para que el cuadro vitoriano efectúe las pertinentes probaturas antes de afrontar lo realmente serio. Por tanto, se avecinan unos días de intenso trajín en los que Ivanovic trabajará contrarreloj para dotar de ciertas hechuras a un equipo escasísimo en cuanto a centimetros y músculo. Esta responsabilidad ya corresponde únicamente a un Josean Querejeta que aún no pierde la esperanza de encontrar algún mirlo blanco en el mercado.