Vitoria. Milko Bjelica habla como el perfil de jugador que representa. En voz baja, sin una vocal más alta que otra y poca expresividad en su rostro, como si no quisiera destacar mucho por encima del resto y se sintiera un tanto abrumado en los momentos que, como ayer durante su presentación, acapara todo el protagonismo. Después de completar su paso por el Europeo en una selección de Montenegro en la que ha compartido minutos y posición con el exbaskonista Vladimir Dragicevic, el nuevo ala-pívot del Caja Laboral es consciente de que aterriza en el Buesa Arena con la vitola de hombre trabajador y sacrificado por el colectivo.
"Cada partido y cada entrenamiento es diferente y hay que dar lo máximo en cada uno de ellos si quieres que el entrenador confíe en ti", valoró el que durante las tres últimas temporadas ha sido integrante del Lietuvos Rytas lituano, en el que especialmente durante el pasado curso se ha destapado como un estajanovista de la pintura. "Estoy habituado a jugar en dos posiciones, tanto de cuatro como de cinco. No me importa en cuál de las dos jugar porque siempre intento dar lo mejor de mí sea donde sea", incidió Bjelica. Una polivalencia que a la que Dusko Ivanovic recurrirá continuamente a buen seguro a lo largo de la larga y extensa temporada. Aunque ambos comparten nacionalidad, no fue hasta que el nuevo jugador baskonista pisó Vitoria hace unas semanas para pasar el reconocimiento médico cuando ambos tuvieron oportunidad de charlar.
"Fue la típica conversación entre entrenador y jugador, pero antes de venir ya había hablado con algunos jugadores que me explicaron cómo era un poco el equipo", explicó el jugador que compartirá nombre y taquilla con el serbio Nemanja Bjelica y lucirá el número 11 a su espalda. "Fichar por el Baskonia es una gran oportunidad en mi carrera. Es un desafío y confío en poder jugar cómo la gente espera que lo haga. He venido a mejorar y aportar lo que pueda. Además tengo muchas ganas de poder jugar en la ACB. Por eso jugar aquí es una oportunidad tan buena para mí", destacó un Milko Bjelica que firma un contrato para las dos próximas temporadas y que en apenas unos días de entrenamiento ya parece haberse impregnado de la filosofía Baskonia.
"Sé que el Caja Laboral es un equipo que trabaja más que ningún otro aunque no tenga tanto nombre como Madrid y Barça, pero si trabajas más que nadie puedes hacerlo mejor que cualquiera de ellos", concluyó el tímido interior de 2,07 metros, que ayer no pareció sentirse especialmente cómodo entre micrófonos y cámaras de fotos y televisión. Y es que su hábitat natural es sin duda una cancha de baloncesto.