vitoria. El Barcelona tenía cerrado el fichaje del ala-pívot CJ Wallace desde hace semanas, pero no fue hasta ayer cuando la entidad catalana oficializó el fichaje del jugador del Gran Canaria para las dos próximas temporadas. La composición de la plantilla culé obligaba al estadounidense a aterrizar en la Ciudad Condal con un pasaporte comunitario bajo el brazo. Durante un tiempo, el poste nacido en California anduvo a la caza y captura de un pasaporte de Albania, pero a última hora todo se torció, lo que llevó al Barcelona a preocuparse ante una demora que se prolongaba mucho más de lo esperado. Pero Wallace tenía un as en la manga. Una carta que deja al famoso pasaporte búlgaro de Pete Mickeal en un juego de niños. El cuatro, de 28 años y larga melena rubia, jugará finalmente en el conjunto blaugrana gracias a un pasaporte... del Congo.

La noticia de tan polémico movimiento ha sacudido al baloncesto español. Recientemente, la FIBA dio un toque de atención a los clubes por casos como éste, habida cuenta de que los famosos pasaportes exprés se han convertido en una constante -Jaycee Carroll sigue a la espera del suyo-. Ahora, el hecho de que un hombre como Wallace se tope de buenas a primeras con lazos familiares en el país africano no deja de ser, cuanto menos, curioso. Con todo, el nuevo jugador del Barça -estudiante de la universidad de Princeton y republicano anti-Obama en sus ratos libres- tendrá oportunidad de aportar su talento al equipo del Palau como guinda de una plantilla que se anticipa imparable.