vitoria. Llegó el verano pasado como opción de futuro con un contrato de cinco temporadas bajo el brazo, pero la primera de ellas ha sido un auténtico calvario para Dejan Musli. Demasiado verde para echar una mano a las órdenes de Ivanovic, el joven pívot serbio acabó viviendo una desagradable experiencia en el Fabi Shoes Montegranaro italiano, donde partió cedido para regresar poco después a Vitoria aquejado de una fiebre. Por si fuera poco, hace un par de meses, mientras disputaba el Nike Hoop Summit -torneo de exhibición- sufrió una lesión que le ha obligado a recuperarse poco a poco para llegar a punto a este arranque de pretemporada con el Baskonia, aunque sus días en la capital alavesa están contados.
En los próximos días, tanto club como jugador confían en cerrar su cesión a otro equipo por una campaña para que Musli se foguee a base de minutos. "Prefiero jugar en la ACB, pero también sería una buena opción irme a un equipo europeo que juegue la Liga Adriática para poder enfrentarme a rivales como Maccabi, Partizan o Union Olimpia", aseguró ayer el jugador balcánico, ansioso por con demostrar cuanto antes a la gente por qué estaba llamado a ser una de las grandes promesas continentales hace unos años. "Quiero jugar en un equipo en el que pueda tener minutos, porque la próxima temporada quiero volver aquí para quedarme en el Baskonia", subrayó confiado el jugador de 20 años, que ya no podrá compartir vivencias con su gran amigo y compatriota Nemanja Bjelica. "Espero que éste sea su gran año. Ha tenido una lesión muy dura y ahora debe ir poco a poco", explicó ayer un Musli que ejerció de anfitrión del pívot Stevan Milosevic, incorporado para echar una mano en la pretemporada.