Vitoria. El nivel de complicaciones al que se está enfrentando este verano el Baskonia para confeccionar una plantilla de garantías de cara a la próxima temporada parece interminable. El último revés para Dusko Ivanovic llegó ayer. El fichaje estrella del conjunto azulgrana para el ejercicio entrante, el americano Reggie Williams, tendrá que permanecer de baja durante el próximo mes a raíz de la lesión que se produjo mientras se ejercitaba junto al resto de sus nuevos compañeros la mañana de ayer.
Williams, que fue presentado el martes, ni siquiera ha tenido tiempo para ponerse a tono. Las pruebas a las que fue sometido a lo largo del día desvelaron un esguince de rodilla, una dolencia que sin resultar demasiado grave le va a obligar a mantener reposo durante un periodo aproximado de cuatro semanas.
Este contratiempo supone una dificultad añadida para un Caja Laboral que sigue, ya entrados en septiembre, sin cerrar de forma definitiva el equipo con el que pretende recuperar las sensaciones perdidas durante el decepcionante curso pasado. La baja de larga duración de Maciej Lampe supuso un duro mazazo, puesto que se le consideraba como un pilar fundamental. Mientras los esfuerzos de la dirección deportiva se centran en hallar un sustituto para el juego interior, este inconveniente de última hora impedirá que el killer norteamericano pueda asimilar los sistemas y el estilo de juego de su nuevo equipo de cara al arranque de la competición. De hecho, habrá que ver si llega en un estado óptimo a la Supercopa, primer torneo del curso, que se disputa en Bilbao el 30 de septiembre y 1 de octubre.
No es la primera vez que ocurre algo así en las pretemporadas de Dusko Ivanovic, un técnico muy exigente desde las primeras semanas de trabajo con sus jugadores. En los últimos años han sido numerosos los componentes del vestuario baskonista que han sufrido alguna lesión, de mayor o menor gravedad, durante la pretemporada.