vitoria. Brad Oleson era ayer el hombre más buscado por los medios en el arranque de la pretemporada. Su continuidad en la capital alavesa corre peligro y esa incertidumbre se ha trasladado al rostro del escolta. Con cara de muy pocos amigos, un tono cortante, parco en sus respuestas y reacio a hablar en castellano, el exterior de Alaska reivindicó su deseo de cumplir el vínculo que le liga al Fernando Buesa Arena hasta la temporada 2014-15. "Tengo contrato con el Baskonia y ahora estoy de vuelta. He venido aquí para cumplirlo y hacer lo que tengo que hacer", desveló categórico.

La reducción de salario que ha solicitado la directiva tanto a él como a otros integrantes de la plantilla puede erigirse en un obstáculo insalvable si su agente no remite en un corto plazo de tiempo una respuesta afirmativa. En este sentido, Batista sembró en su día un peligroso precedente con una negativa que, a la postre, constituyó uno de los motivos que desencadenó su marcha con destino a Estambul. "Ese es un asunto entre el club, mi agente y yo. Ahora mismo, tengo contrato. El Valencia está interesado, pero insisto en que poseo contrato y son cosas en las que no pienso. Hasta que nada cambie, estoy aquí para trabajar", relató uno de los cuatro jugadores de formación con que cuenta en la actualidad la famélica plantilla azulgrana.

la renovación de ribas El escolta catalán también forma parte del ramillete de elementos a los que el Caja Laboral ha solicitado un ajuste salarial. A cambio de ello, Josean Querejeta le ha ofrecido como contrapartida una ampliación de contrato hasta 2015 que hoy en día se halla en fase de estudio tras la pertinente contraoferta realizada por su agente. "Como tengo dos años más de contrato, no hay ninguna prisa. Estamos todos bien y, de momento, no hay ningún problema. Cualquier club y un jugador llegan a un acuerdo y, después, ellos pueden hacer unas propuestas y tú otras. Se trata de negociar a ver qué le interesa más a cada parte. El contrato firmado es el que hay y siempre existe la posibilidad de quedarte como estás. Seguiremos hablando para ver qué podemos conseguir", valoró el exverdinegro.

Uno de sus grandes amigos en el vestuario, Marcelinho Huertas, ha emigrado este verano con destino al Barcelona abriendo un boquete de dimensiones gigantescas en la dirección de juego. A su juicio, la fuga era inevitable. "Le surgió una opción muy buena y para el club también lo era. Cuando las cosas son así de fáciles y todo el mundo lo tiene tan claro, se acaba llegando a un acuerdo, aunque todas las partes quieren obtener el mejor partido posible. Es una baja importante que aún debemos cubrir", admitió Ribas, confiado en la capacidad de regeneración acreditada en el pasado por las altas esferas. "El club siempre acaba incorporando jugadores de primer nivel que nadie piensa y hace plantillas súper competitivas. Estoy seguro de que ahora no va a ser distinto", concluyó.