Vitoria. Con un bronceado bien cuajado tras unas largas vacaciones y más risueño de lo que es costumbre ante los medios, Dusko Ivanovic se personó ayer en BAKH al filo de las 12.30 horas para iniciar una pretemporada con muchos interrogantes. El técnico montenegrino abrazó efusivamente al relaciones externas del club, Alfonso Churruca, y otros colaboradores antes de ofrecer sus primeras impresiones sobre un proyecto en estado embrionario que, de momento, despierta más sombras que luces por alguna dolorosa marcha y la sonora ausencia de fichajes de campanillas que ilusionen a la expectante afición azulgrana. "Ha sido un verano largo, pero creo que se puede acabar bien. Todavía queda tiempo", subrayó con un moderado optimismo.

La temporada 2011-12 quedó oficialmente inaugurada ayer con los primeros chequeos médicos a los apenas ocho jugadores que, a partir de ahora, se someterán a un exigente trabajo de acondicionamiento físico a las órdenes de Oskar Bilbao. Tres de ellos (Heurtel, Ribas y Lampe) tienen su taquilla asegurada en el vestuario, la continuidad de otro (Oleson) se mantiene en el aire, dos jóvenes valores (Musli y Nocedal) intentarán foguearse en otro lugar mediante una cesión, mientras que Almeida y Ander García ejercerán como temporeros para ayudar en los entrenamientos. Mientras se reincorporan los cinco internacionales que preparan el Europeo de Lituania y la directiva perfila la plantilla con la llegada de un base, un escolta y un pívot, estas primeras sesiones estarán presididas por la orfandad de efectivos.

Pese a la indefinición en materia de altas y las multimillonarias inversiones de los rivales directos, Ivanovic proclamó su confianza en que el Caja Laboral edificará "un equipo competitivo" que vuelva a pelear por todos los títulos en juego. A su juicio, la drástica limpieza en el vestuario era necesaria para recuperar los viejos valores que se extraviaron durante el decepcionante último ejercicio. "Este año queremos ser un equipo como lo éramos antes. Un bloque competitivo que tenga como objetivo disputar todas las finales, con jugadores comprometidos con el club y que estén contentos donde están. Quiero jugadores que no les importe contra quién jugamos, ni el nombre ni el presupuesto del rival y que sólo quieran ganar. Esperemos que podamos construir el equipo así y recuperemos el carácter", constituyó su primer aviso a navegantes.

sin dramatismos Un verano más, el de Bijelo Polje será el encargado de pilotar una nave que ha vuelto a ser esquilmada por los grandes tiburones del Viejo Continente. Tentados por ofertas astronómicas, Huertas ha reforzado al Barcelona, Batista y Barac se han sumado al faraónico proyecto del Anadolu Efes, mientras que Logan -con permiso ayer de los dirigentes para ausentarse del primer día de trabajo ante las avanzadas negociaciones para la rescisión de sus dos años de contrato- será el próximo en hacer las maletas rumbo al Panathinaikos una vez perdone las cantidades económicas que le adeuda el Baskonia correspondientes al pasado ejercicio.

En su línea de evitar poner excusas, sin embargo, Ivanovic quiso desdramatizar la situación y se mostró comprensivo con la filosofía de Josean Querejeta. "Esto no es la primera vez que sucede. El Baskonia es un equipo que quiere estar arriba y ganar títulos, pero también un club que si surge la posibilidad de vender jugadores para competir contra grandes rivales, tiene que hacerlo. Otra vez podremos construir una buena plantilla y ser competitivos", detalló.

Durante su alocución, Ivanovic no avanzó pistas sobre el perfil de los aspirantes a ingresar en el Buesa Arena. En cambio, sí trasladó al exterior una evidencia como que el Caja Laboral no incorporará temporalmente a su plantel a ningún baloncestista procedente de la NBA que, debido al lockout, quiera hacerse un hueco en el Viejo Continente. "Me parece que hay dos grupos de equipos: unos quieren a toda costa traer jugadores de Estados Unidos y, si juegan hasta diciembre o enero, estarán contentos. Otros desean traer buenos jugadores para todo el año. Esa es la diferencia. Nosotros, si fichamos a alguien, será para toda la temporada. Para jugar hasta diciembre, no apostaremos por nadie de la NBA. No me parece una buena idea hacer dos equipos: uno hasta final de año y otro después", explicó con contundencia.

Respecto a Oleson, cuya continuidad se halla en el aire mientras no se pliegue al recorte salarial que le planteó el club al comienzo del verano y en la agenda del Valencia Basket, el preparador azulgrana se mostró concluyente. "Está aquí y cuento con él", deslizó hasta en dos ocasiones sobre el futuro de un escolta que es de su agrado. Aún está por ver si estos deseos se harán realidad.