Vitoria. Se acabaron las vacaciones. El incompleto proyecto baskonista para el curso 2011-12 echa hoy por la mañana a rodar oficialmente entre multitud de interrogantes con los primeros reconocimientos médicos. Dado que varios integrantes de la plantilla -Mirza Teletovic, Milko Bjelica, Fernando San Emeterio y Nemanja Bjelica, además de Devon Van Oostrum- se encuentran concentrados con sus respectivas selecciones para afrontar el inminente Europeo de Lituania y Josean Querejeta debe acometer todavía la llegada de tres fichajes de campanillas que ilusionen a una afición más expectante que nunca, Dusko Ivanovic tendrá que armarse de paciencia para disponer de la totalidad del grueso del equipo con el que deberá trabajar durante los próximos meses.
Es el peaje que deben pagar los grandes transatlánticos como el Caja Laboral, al que le quedan por delante 46 días para reconstruir un plantel de garantías que intente hacer sombra a los todopoderosos Barcelona y Real Madrid, nuevamente armados hasta los dientes. Hasta que no se sumen los internacionales y el club no efectúe de manera adecuada los deberes en los despachos, no se podrá cuantificar la auténtica valía de un proyecto en estado embrionario.
Sin embargo, la masa social baskonista asiste estos días con cierta preocupación a la falta de movimientos para subsanar las sensibles marchas de este convulso verano -Huertas, Barac, Batista y la inminente de Logan- y reforzar un grupo famélico. De momento, apenas cinco jugadores darán el pistoletazo de salida a una campaña en la que el equipo vitoriano variará radicalmente su fisonomía tras un decepcionante último ejercicio que ha motivado la limpieza en el vestuario. En el inicio oficial de la pretemporada están citados dos hombres pertenecientes a la vieja guardia (Brad Oleson y Pau Ribas), dos de las nuevas incorporaciones (Thomas Heurtel y Maciej Lampe), además del bisoño Dejan Musli, que permanecerá las próximas semanas en la capital alavesa hasta que la entidad le encuentre acomodo en otro lugar en forma de cesión. El escolta de Alaska, cuyo futuro todavía es incierto tras la reducción de salario reclamada por las altas esferas y deseado por el Valencia Basket, iniciará con normalidad la pretemporada mientras se resuelve su continuidad.
temporeros y amistosos Tras unas largas vacaciones en las que, sin embargo, los jugadores han seguido un estricto plan de trabajo por parte del club para intentar mantener la forma, esta reducida versión azulgrana realizará los primeros chequeos médicos antes de ponerse a las órdenes del preparador físico Oskar Bilbao e iniciar un duro plan de acondicionamiento físico. Como ocurre en todas las pretemporadas, presididas por las agujetas, el objetivo residirá en ir acumulando una importante carga de trabajo y muchos kilómetros en las piernas de cara a una temporada salpicada de desafíos.
Este trabajo se compaginará poco a poco con la asimilación de los pertinentes conceptos tácticos por parte de Ivanovic, que verá reforzado el grupo con la presencia de varios canteranos y temporeros dispuestos a aportar su granito de arena en estos primeros entrenamientos. Uno de ellos será con total seguridad André Almeida, el pívot que militó la pasada campaña en el Araberri, y en breve también podría sumarse el exterior Rai López.
Ante la orfandad de efectivos, cualquier ayuda será bienvenida. Para ir afinando la forma, el Baskonia ha programado un total de ocho amistosos. Los cuatro primeros tendrán lugar a puerta cerrada en BAKH y a modo de entrenamiento ante equipos pertenecientes a la Liga Adecco Oro como el Clavijo -éste por partida doble-, el Grupo Iruña Navarra y el Menorca. El 14 de septiembre, el plantel alavés se medirá en El Plantío de Burgos al Ford en lo que constituirá la primera oportunidad de ver en directo al equipo. El Obradoiro, de vuelta en la Liga Endesa, volverá a constituir otra piedra de toque sin público el 23 de septiembre antes de la celebración del Trofeo Diputación y la Euskal Kopa, previstos los días 25 y 27 en el multiusos de la plaza de toros ante el Real Madrid y el Lagun Aro respectivamente. El plato fuerte de la pretemporada volverá a ser la disputa de la Supercopa, fijada en el Bilbao Arena entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre. En Miribilla, el Baskonia intentará conducir su quinto título a las vitrinas del Buesa Arena en un cartel de lujo junto a los temibles Barcelona, Real Madrid y el anfitrión vizcaíno.