vitoria. Por si existían dudas respecto al país donde actuará Marcelinho Huertas a partir de la próxima temporada, éstas han quedado disipadas por completo en las últimas horas. El internacional brasileño continuará impartiendo su clase por las pistas de la recién bautizada Liga Endesa. La duda estriba todavía en si iniciará su tercer ejercicio ataviado con la elástica del Baskonia -algo bastante improbable a día de hoy- o, como si es su deseo, se embarca en un atractivo desafío como el todopoderoso Barcelona, con quien ya tiene apalabrado un acuerdo por cuatro años desde hace varias semanas.
El abanico de posibilidades que figuraba encima de la mesa de sus agentes se ha reducido, por lo tanto, a la mínima expresión después de que el Anadolu Efes se haya retirado de la puja por un timonel que, entre sus preferencias, no ha valorado en ningún momento la posibilidad de recalar en Turquía. De hecho, el adinerado club otomano ya trabaja activamente en otra vía para reforzar la dirección de juego y negocia la llegada del estadounidense Keyon Dooling, el base de los Milwaukee Bucks cuyo apoderado ha confirmado las negociaciones en un medio local.
La cantada marcha de Huertas de la capital alavesa se ha convertido en una farragosa carrera de fondo ante las distantes posturas entre todas las partes a la hora de formalizar la rescisión del contrato que todavía ata al carioca al Caja Laboral. Igual que sucediese con Prigioni hace dos veranos cuando fue tentado por el Real Madrid y debió lidiar con el firme deseo del argentino de emigrar hacia la capital, el club vitoriano tiene prácticamente interiorizado que, antes o después, uno de los principales estandartes abandonará su disciplina. Sin embargo, la operación dejará una buena suma de dinero en las arcas ante el inflexible talante negociador del que hace gala su figura más representantiva.
números sin cuadrar En esta agria lucha de intereses donde nadie quiere dar su brazo a torcer, sin embargo, Josean Querejeta conserva invariable su postura de fuerza y reclama alrededor de dos millones de euros para abrir la puerta de salida al nominado mejor base de la pasada competición doméstica. Le avala el hecho de que al comienzo del verano desestimó una jugosa proposición del CSKA, el primer grande del Viejo Continente que preguntó precio por el todavía cotizadísimo integrante azulgrana.
El Barcelona ha delegado en el propio Marcelinho casi toda la responsabilidad para desvincularse del Baskonia, que no está dispuesto a reforzar así como así a un rival directo. Con el dinero que el brasileño ha pactado con el vigente monarca liguero, debe afrontar la rescisión del vínculo que le liga al equipo del Buesa Arena hasta el 30 de junio de la campaña 2012-13, que puede prorrogarse por espacio de una temporada más. Y, de momento, los números no cuadran pese a que al paulista se le han ofrecido alrededor de siete millones de euros para los próximos cuatros ejercicios. Entre la alta indemnización que exige Querejeta por su marcha y que la legislación fiscal que rige en la Ciudad Condal resulta más gravosa para cualquier deportista, la fumata blanca se halla de momento lejos de producirse.
A tres semanas de que arranque oficialmente la pretemporada, el tiempo comienza a apremiar a todas las partes implicadas. Mientras tanto, el Caja Laboral ya se ha zambullido en el mercado para encontrar un recambio de garantías. Queda el pequeño consuelo de que podrá acometer su llegada con mucho dinero en sus arcas, aunque las opciones que ofrece el mercado tampoco son numerosas. El croata Marko Popovic, que procede del Unics Kazan, se mantiene en la recámara.