Vitoria. La vorágine de llamadas y negociaciones que marcan el día a día de los dirigentes baskonistas no se limita sólo al interés en fichar a uno u otro jugador. El capítulo de salidas y llegadas tenía también un resquicio guardado para la renovación de un hombre que la pasada campaña fue gozando de mayor protagonismo de forma paulatina. Pau Ribas, que hace dos años aterrizó en Vitoria con un contrato de cuatro temporadas, seguirá vistiendo la elástica azulgrana -ahora nunca mejor dicho- hasta 2015. Si nada se tuerce a última hora, su renovación con el club vitoriano quedará sellada oficialmente en los próximos días. Su nuevo vínculo con el Baskonia guarda sin embargo algunos detalles importantes. El escolta catalán era uno de los hombres a los que el club había instado a reducir su salario para, como explicó recientemente el propio Josean Querejeta, "tener un sueldo acorde a su rendimiento".
Algunos, como el ya exbaskonista Batista, se negaron. Otros, como Oleson, acogieron la medida de mejor agrado, y Ribas, como adelantó este periódico, trasladó al Baskonia una contraoferta para aceptar unos emolumentos más exiguos. Finalmente, Ribas ganará menos dinero del que firmó en su día durante las dos próximas temporadas, pero a cambio amplia su vínculo con la entidad azulgrana hasta 2015 y verá de nuevo elevado su sueldo las dos últimas temporadas, con un ligero aumento respecto al que pactó en su día para el próximo curso. De esta forma, el Caja Laboral extiende su confianza en el dos de 24 años, uno de los cuatro hombres con los que el Baskonia cubre a día de hoy las cuatro plazas obligatorias del nuevo marco de contratación -Oleson, San Emeterio y Lampe acompañan al badalonés como jugadores de formación-.
Durante las dos temporadas que lleva en la capital alavesa, Ribas ha tenido que lidiar -especialmente el primer año- con esa dualidad base-escolta de la que parecía incapaz de desprenderse. Finalmente, sobre todo en el último tramo del curso, el antiguo jugador de la Penya logró brillar asentado en el puesto de escolta ante la inoperancia de un David Logan que tiene los días contados en el Baskonia y la intermitencia de Brad Oleson.
Pactada su renovación hasta 2015 con reducción de sueldo incluida, Ribas une su nombre a los de San Emeterio, Bjelica, Teletovic, Lampe y Heurtel como -al menos por el momento- únicos integrantes de la plantilla baskonista cuyo puesto no peligra en el exhaustivo lavado de cara que el club parece dispuesto a acometer este verano. Mientras todavía disfruta de sus vacaciones en compañía de muchos de los amigos que todavía conserva en el DKV Joventut, Ribas podrá incorporarse el próximo 22 de agosto a la pretemporada del Caja Laboral con la certeza de que su taquilla en el Buesa Arena no albergará un nuevo dueño. Y eso es algo que no todos sus compañeros de vestuario pueden decir ahora mismo.