Vitoria. El Caja Laboral se enfrentará este verano a su enésima recomposición. La más que posible salida de Stanko Barac al Efes Pilsen, obligará al club azulgrana a buscar un recambio de garantías al gigantón croata. El poste balcánico ya tiene apalabrado un acuerdo por tres años con el conjunto turco y ahora se está a la espera de que se concrete su traspaso, por el que el Baskonia podría percibir algo más de un millón de euros, para que se produzca el adiós del jugador interior.

De momento, habrá que esperar. La entidad otomana y los rectores del Buesa Arena tendrán que limar en los próximos días las condiciones por las que el Baskonia se desprenderá de uno de los elementos básicos de su proyecto. Una salida más. Otro pilar que se marcha en verano, algo que no es nuevo para el conjunto de Zurbano.

De hecho, el conjunto gasteiztarra está habituado a convivir año tras año con la salida de jugadores clave en su proyecto. Así ha ocurrido en esta última década. Splitter fue el último icono de la grada del Buesa en abandonar el club justo hace un año para dar el salto a la NBA y recalar en los San Antonio Spurs.

Eso sí, antes del brasileño otros muchos jugadores de gran calado tomaron la puerta de salida antes de que concluyeran sus contratos, dejando un hueco difícil de llenar, pero al menos también importantes dividendos en las arcas del club gracias a sus traspasos.

ACB, Europa y NBA Ahí están los casos más sonoros y recientes de jugadores como Andrés Nocioni, Luis Scola, Arvydas Macijauskas y José Manuel Calderón entre otros. Todos ellos salieron del conjunto vitoriano para cruzar el charco y poder jugar en la mejor liga del mundo. El desembarco en la NBA de los dos argentinos, el exterior lituano y el base extremeño se produjo tras pasar por caja las diferentes franquicias.

Además, las fugas no se produjeron sólo hacia la NBA, sino que el Baskonia también ha exportado producto de calidad a la competición doméstica y a clubes poderosos de la Euroliga. Ahí está el caso de Jorge Garbajosa. El pívot madrileño se formó en Vitoria y una vez maduro y en ciernes de ser el notable jugador que después ha sido tomó la puerta de salida en el verano de 2000 para recalar en el Benetton de Treviso tras cinco años en Vitoria.

Con anterioridad, el entonces Taugrés también vivió otras salidas traumáticas como las que protagonizaron Joe Arlauckas y Pablo Laso para recalar en el Real Madrid o Marcelo Nicola y Ramón Rivas al Barcelona. Salidas continuas. Es el clásico de cada verano. Y es que la lista es larga. Muy larga.

No en vano, a los anteriormente citados hay que añadir a otros dos pívots de calidad como Fabricio Oberto y Dejan Tomasevic, que tras lograr el doblete con Ivanovic fueron fichados por el Pamesa Valencia. Ya no sólo los dos clubes futboleros echaban sus redes en el conjunto azulgrana. A ellos se unió el conjunto valenciano.

Además, años después el Real Madrid también volvió a pescar en el caladero azulgrana y hace dos veranos se hizo con los servicios de Pablo Prigioni y Sergi Vidal, mientras que el Barcelona se hizo al término del curso 2005-06 con los servicios de Roko Leni Ukic.

La lista de salidas de esta época reciente la completan dos jugadores como Zoran Planinic y Lior Eliyahu, que fueron traspasados a dos grandes transatlánticos continentales como el CSKA de Moscú en el verano de 2008 y al Maccabi de Tel Aviv el pasado 2010. Todos ellos han protagonizado en su momento salidas sonadas. Al menos, el buen hacer del Caja Laboral para buscar recambios de garantía en el mercado ha permitido al conjunto gasteiztarra salir airoso en las siguientes campañas.