VITORIA. Su último partido oficial con los Trail Blazers data del lejano 2 noviembre de 2010. Entonces, su corazón pareció decir basta víctima de una afección que llegó incluso a poner en peligro su vida. Tras consultar su estado con los cardiólogos más reputados tanto de Argentina como de Estados Unidos, Fabricio Oberto decidió retirarse en previsión de evitar una tragedia. Sin embargo, el órgano del exbaskonista volverá a latir en breve. Y es que el interior argentino, partícipe del histórico doblete que conquistó el Baskonia en la temporada 2001-02, acaba de confirmar en su país que disputará el Preolímpico con la selección albiceleste en busca de una plaza para los Juegos Olímpicos de 2012.
Mediante un comunicado que ha devuelto la sonrisa a la fiel hinchada argentina, que asiste impertérrita al triste final de ciclo de una generación dorada (Nocioni, Prigioni, Scola, Ginobili...), Oberto se ha puesto a disposición del selecciondor Julio Lamas para tomar parte en el evento que tendrá lugar en la localidad de Mardel. "Finalmente llegó el momento que tanto esperaba de poder anunciar que, de acuerdo a los resultados de los muchos estudios realizados, tengo el alta médica y en consecuencia me encuentro en condiciones de retomar la práctica profesional del deporte sin riesgo", confiesa el cordobés, que se encuentra en su provincia natal realizando entrenamientos individuales en busca de una mejor forma física.
El médico de Texas que le operó en 2009 para solucionar su arritmia fue el primero en alumbrar las esperanzas al confesar en su día que el regreso podría ser factible. A partir de ahora, Oberto pretende iniciar una carrera contrarreloj para alcanzar un punto de forma que le permita ser incluido en la lista definitiva de doce jugadores que intentarán sellar para Argentina el billete hacia Londres. En cualquier caso, el protagonista también pretende cubrirse las espaldas si finalmente no satisface su objetivo con el fin de que no haya malentendidos. "Debido al largo tiempo de inactividad, debo dejar claro que realizaré los máximos esfuerzos para intentar llegar en las condiciones idóneas de participación para un torneo de jerarquía como el que tenemos por delante y, de no lograrlo, seré el primero en dejar mi lugar por el respeto que requiere la selección nacional y el cariño que tengo por mis compañeros". Un gesto que le honra.