vitoria. El encuentro de ayer, en el que el Barça se cobró cumplida venganza de lo ocurrido en la final de la pasada ACB, era un partido de despedidas. En primer lugar, era el último duelo que se iba a disputar bajo la célebre cúpula del Buesa Arena, que será retirada en apenas un mes dentro de los trabajos que se desarrollan para culminar la ampliación del pabellón de Zurbano, un proyecto que tras consumarse la eliminación liguera adoptará una marcha más para ajustarse a los plazos previstos. La próxima vez que el Caja Laboral dispute un compromiso en Zurbano, a comienzos del próximo año, el Buesa Arena presentará una imagen totalmente renovada.

No obstante, la de ayer no fue sólo una jornada para decir adiós a la cubierta del pabellón, que se muda cerca, sino también para agradecer los servicios prestados a algunos de los jugadores -y técnico- que han defendido los colores del club baskonista ésta y otras temporadas. La afición despidió con mucho cariño a Ivanovic al término del choque.

El preparador montenegrino pudo dirigir ayer por última vez, en esta segunda etapa en Vitoria, al cuadro gasteiztarra. La directiva sondea varias opciones para la dirección técnica y parece que Ivanovic, que acaba contrato, se mantiene fuera de la lista. En cualquier caso, no será el único que abandone la capital alavesa durante el próximo verano.

Habrá que ver qué sucede con los jugadores que no han convencido y de otros que resultan interesantes en el mercado. Mirza Teletovic entra en este apartado. Aunque tiene contrato en vigor, su emotivo gesto tras el duelo, cuando permaneció solo y en el centro del campo aplaudiendo a la afición, disparó de inmediato la rumorología. En este club, ha quedado claro, todo puede pasar.