Ivanovic ha sido siempre un hombre de fe. Como John Locke mientras buscaba su destino en una isla sin nombre, el entrenador montenegrino no deja espacio para la duda incluso en los momentos en los que todo parece perdido. Finalizado el partido en el Palau, y ante la sorpresa de todos los presentes, el preparador azulgrana extendió sobre la mesa de la sala de prensa una afirmación que él mismo se encargará de recoger en unos días si cumple su profecía. "Nos veremos aquí en el quinto partido", auguró sin pestañear. Lo que en boca de otros puede parecer un acto de socarronería rebotó en las paredes del Palau blaugrana como un grito de rabia contenida. En ese momento alguien frunció el ceño, por lo que pueda pasar.
Pese a los 16 puntos de diferencia con los que la expedición vitoriana regresó ayer a casa, Ivanovic quiso, por encima de todo, restar importancia a tan abultada derrota. "A pesar de esa diferencia de puntos nos ha faltado muy poco. Espero que podamos mejorarlo para el siguiente partido. Yo lo veo claro, pero ahora habrá que ver si somos capaces de volver aquí. Yo creo que sí", confió el técnico, que lamentó la "falta de paciencia" de su equipo en los momentos clave del encuentro. "Les hemos permitido anotar canastas demasiado fáciles y nuestro ataque era demasiado precipitado e individualista en momentos importantes. Necesitábamos jugar con más paciencia y hacer circular el balón. No tanto para meter canastas sino para desgastar un poco la defensa del Barcelona. Hemos jugado sólo las primeras opciones", apuntó como el principal motivo que llevó al Caja Laboral a sufrir impasible de nuevo las acometidas del Barça. "Cuando se han ido por cuatro puntos nos ha faltado tranquilidad. Queríamos jugar con demasiada ansiedad y ganar rápido. Contra el Barcelona eso se paga caro", recordó el entrenador azulgrana antes de asumir una realidad innegable si el cuadro alavés quiere seguir con vida más allá del partido del miércoles en el Buesa Arena. "Sólo tenemos que mirar el primer partido porque si no, perderemos y será imposible seguir", concluyó Ivanovic.
xavi pascual Por su parte, Xavi Pascual no lanzó las campanas al vuelo a pesar de que el billete para la final está más cerca que nunca para los culés. Eso sí, todavía con la resaca de la Liga de Campeones lograda por los hombres de Pep Guardiola, no perdió oportunidad de hacer referencia al triunfo de su homólogo futbolero. "Después del apasionante y brillante sábado, con la victoria del balonmano, la de fútbol sala y la Champions, hoy tocaba nuestra final, con la dificultad añadida de estar un poco eufóricos por todo y por haber ganado el primer partido. Aunque la situación no era demasiado fácil, nos ha salido bastante bien", se felicitó el entrenador catalán, que no se fía de un rival que la pasada campaña le endosó uno de los golpes más duros de su carrera. "Ellos se mueven bien con el componente de heroicidad. El Caja Laboral tiene un carácter especial para reengancharse y es normal que crean en sus posibilidades. Pero también creemos nosotros en las nuestras", aseveró Pascual.