vitoria. El acuerdo final para que el Baskonia pueda exiliarse en la plaza de toros durante los tres meses, como mínimo, que el conjunto azulgrana deberá jugar lejos del Buesa Arena vivió ayer su particular fumata blanca. Dos días antes de las elecciones, Patxi Lazcoz anunció el apretón de manos a una adecuación que finalmente, y contradiciendo lo que Juan Carlos Alonso dijo hace diez días -cuando aseguró que se iniciaría el mes que viene- arrancará en agosto.

El alcalde de Vitoria adelantó ayer en su habitual comparecencia de los viernes que las obras, para las que ya manejan diferentes contratos en concurso, darán comienzo "después de las fiestas de La Blanca". Habida cuenta de que los servicios municipales necesitan al menos una semana para limpiar e higienizar el recinto de las corridas de la feria de toros, el pistoletazo de salida para la conversión de la plaza en un espacio multiusos podría aplazarse hasta el 15 de agosto. En un principio, tanto el Consistorio como el propio Baskonia confiaban en poder acometer alguna de las obras más costosas -como la instalación del sistema de calefacción- antes de las fiestas de La Blanca, pero según las palabras de Patxi Lazcoz "no será posible".

El presupuesto final, 782.000 euros, será sufragado a partes iguales por el Ayuntamiento -propietario del recinto- y la Diputación foral de Álava. A priori, la entidad azulgrana se había mostrado dispuesta a pagar parte de la adaptación -como la instalación del parqué-, pero el alcalde gasteiztarra no quiso concretar ayer nada al respecto, aunque sí precisó que ese posible desembolso del Baskonia queda fuera del presupuesto acordado por las dos instituciones públicas.

"Nuestra mayor preocupación ha sido aumentar y mejorar el confort de la plaza, especialmente en cuestiones de temperatura", explicó el ahora candidato socialista a la reelección antes de aclarar que parte de los 391.000 euros que corresponde abonar al Consistorio surgen de una de las partidas municipales para el polémico proyecto Kronos. Finiquitado el acuerdo, resta comprobar si los operarios que ejecuten la obra van a disponer de tiempo suficiente -apenas mes y medio- para convertir el coso en una cancha de baloncesto antes del mes de octubre, cuando el Caja Laboral arrancará la próxima temporada.