Lo descubrió en una de las Ligas de Verano de Estados Unidos. Fue tan sólo hace tres años, en 2008, cuando por entonces intentaba, sin éxito alguno por cierto, hacerse un hueco en alguna franquicia de la NBA, un sueño que conserva desde que era pequeño. Frente a pares mucho más físicos y fibrosos, Jaycee Carroll dejó rastro de su devastador poder ofensivo en esos típicos partidos donde se da rienda suelta al talento del jugador, por encima de conceptos de baloncesto colectivo y ante la atenta mirada de múltiples ojeadores procedentes de cualquier parte del mundo.

El ojo clínico de Himar Ojeda, el director deportivo del Gran Canaria que estaba presente en la grada, dio en la diana. Por eso, nadie mejor que él puede radiografiar las virtudes de la principal amenaza del Caja Laboral en la primera ronda de los play off por el título, que en el caso del equipo azulgrana arrancarán mañana en el Buesa Arena frente al equipo insular. Para colarse otro año más en las semifinales del torneo doméstico, los pupilos de Dusko Ivanovic deberán sujetar a la vestia. Ojeda desnuda al jugador mormón.

"Comencé a seguirlo en el Portsmouth Invitational Tournament de 2008, lo conocí en persona en las Summer League de ese año y descubrí que hablaba bien español. No intentamos ficharlo porque renovamos a Carl English y quería verlo evolucionar en Europa", subraya de entrada para DNA el hombre fuerte en materia de fichajes del rival baskonista. Ese verano, su llegada quedó en stand by por parte del club amarillo, un consumado especialista en extraer petróleo de donde otros consiguen barro, ya que se comprometió con un modesto de la Lega italiana como el Teramo Basket. Las tibias dudas que rondaban la cabeza de los rectores insulares quedaron completamente despejadas con el rendimiento que Carroll ofreció durante su etapa en el combinado transalpino.

Al verano siguiente fue la vencida y un mirlo blanco que pasó desapercibido para muchos cazadores de tesoros recaló sin hacer mucho ruido en Las Palmas, donde tras una aceptable primera campaña desata ahora la locura en cada partido. Con 28 años recién cumplidos, el escolta nacido en Laramie (Wyoming) es el hombre de moda de la ACB. La figura más deseada por el que todos beben los vientos. Sus agentes, que ya han contactado con diversos países del Este para buscarle un pasaporte comunitario que redunde en más ceros en su cuenta corriente, se frotan las manos ante la cotización por las nubes de este antiguo misionero mormón en Chile por el que parece haberse entablado ya una guerra abierta entre el Real Madrid y el Barcelona.

Con casi 20 puntos de promedio por encuentro que le han supuesto su inclusión en el Quinteto Ideal del torneo, Dusko Ivanovic apelará al despliegue físico de Oleson y Ribas para reducir su álgida producción ofensiva. No será sencillo, como se puede comprobar en el duelo que ambos conjuntos dirimieron en La Roca a comienzos de febrero.

"La verdad es que siempre tuve la percepción de que alcanzaría el nivel actual. Lo había seguido mucho y todo me hacía pensar que podía ser así, aunque lógicamente siempre corres el riesgo de equivocarte", indica Ojeda. Su limitada altura (1,88 metros), un físico algo endeble, e incluso su cara de bueno y apariencia de no haber roto nunca un plato, le cerraron en su día las puertas de la NBA, pero en Europa se ha destapado como uno de los anotadores más compulsivos. Tocado por una varita mágica, sumido en una nube que le permite convertir en oro cualquier balón, constituye el enemigo público número 1 para las defensas rivales, que no hallan antídoto alguno para reducir su manantial.

La gran incertidumbre Sobre su figura, el debate ya está formado. Muchos consideran que, como ha sucedido con otros jugadores como English o Logan en el Baskonia, se diluirá en un club más ambicioso donde no le lleguen tantos balones y se encuentre rodeado de otras estrellas. Sin embargo, Ojeda lo desmiente tajantemente: "Yo creo que sí tiene la capacidad para triunfar sin ningún problema. La pregunta que yo me hago es por qué no va a tener un rol importante en un equipo grande", razonó.

Y es que, según el directivo amarillo, no sólo su potencial atacante convierte a Carroll en una pieza apetecible para cualquier grande de Europa. "Llama la atención por los muchos puntos que mete, pero también es muy constante, un muy buen profesional y está centradísimo en su carrera sin querer distraerse por los rumores que hay a su alrededor. Además, es una buena persona", elogia. Cuando su desembarco en el Real Madrid parecía consumado hace unos días, otros rivales directos del club blanco -quizá, para encarecer su fichaje- han entrado en la puja mientras el protagonista se deja querer y evita mostrar sus preferencias por un club concreto. "Sueño con jugar en el Madrid... o en el Barça", comentó el lunes durante la gala de presentación de los play off. Una postura muy inteligente.