Vitoria. Su DNI marca ya 41 primaveras, pero el segundo jugador más veterano de la actual ACB tras el matusalén Middleton conserva la misma ilusión que el primer día. El incombustible pívot del Manresa, rival este domingo del Caja Laboral, asegura que seguirá dando guerra en las canchas mientras las lesiones le respeten.
Este domingo les visita el Caja Laboral en una atractiva cita de la fase regular. ¿Qué partido espera encontrarse?
Muy duro, como casi todos en la ACB. Estamos preparados para dar réplica a un gran equipo y con grandes jugadores. Debemos competir a nuestro máximo nivel para batirles. Esperamos una guerra, ya que sus jugadores son conscientes de lo que se juegan y quieren buscar la tercera posición de la fase regular a toda costa.
En caso de victoria, el Manresa habrá asegurado casi matemáticamente la permanencia, aunque sólo parece una cuestión de tiempo.
Nadie puede leer el futuro de antemano ni saber lo que sucederá, ya que hay muchas sorpresas en esta competición. No podemos creer que tenemos algo que todavía no tenemos. Debemos salir a la cancha sin pensar en que hemos conseguido ya de manera virtual la permanencia.
¿Cómo consigue un club tan humilde como el del Bagés vivir tan desahogado en la ACB?
No lo sé bien. El Barcelona es el Barcelona y el Manresa es el Manresa. Somos un club y un equipo que trabaja como una piña. Remamos todos en la misma dirección y el único secreto es la fe y la humildad. Eso te da victorias, además del presupuesto para fichar
El Baskonia no se está distinguiendo por su excelso rendimiento fuera de casa. ¿Confían en dar la sorpresa?
Espero que sí. Me gustaría que hayamos aprendido la lección de lo que nos pasó en la ida en Vitoria. Ahora creo que somos un equipo más sólido y cuando tenemos el apoyo de nuestra afición competimos mucho mejor.
¿Ve a los pupilos de Ivanovic con alguna opción de revalidar su título como monarca liguero?
Sí, por supuesto. Disponen de una buena oportunidad. Igual que sucedió la pasada temporada, nadie espera que puedan conseguir el título, pero yo les veo otra vez con serias opciones. Recuerdo que Cleveland Cavaliers consiguió un récord de victorias en la fase regular de la NBA pero en las series finales por el título no rindieron al mismo nivel. Es un gran error quien no crea que el Baskonia pueda conquistar el título. Además de contar con un equipo con mucho talento y un gran entrenador, posiblemente es superior al resto por su fortaleza mental. Eso les impulsó el año pasado al éxito, además de la presencia de Splitter. Tiago era la estrella, pero su mérito fue que era un grupo de once jugadores. Ivanovic posee una gran inteligencia y siempre logra una química en todos sus equipos.
En la 'pintura' deberá fajarse con nombres ilustres como Barac, Batista y Teletovic. ¿Teme a alguno en especial?
Sé que voy a tener una fuerte pelea. Son duros, grandes, listos...(risas). Estaré preparado, aunque sé que no será fácil frenarles.
Hablando ya de usted, ¿en cuántas entrevistas no le preguntan por su avanzada edad para la práctica del baloncesto?
(Risas). En todas me lo preguntan. Lo entiendo. No pasa nada.
¿Cómo consigue mantenerse en forma? Más allá de seguir una dieta sana, se trata ante todo de tener ilusión. ¿No es así?
Sí, por supuesto. La vida me ha concedido unas facultades físicas más o menos buenas y luego me cuido mucho con las comidas. Mis padres también tienen un buen cuerpo y me inculcaron lo que debía hacer desde un principio. Es un regalo de Dios que esté jugando a esta edad y, sobre todo, que mi cuerpo me lo permita.
Darryl Middleton disputó recientemente unos minutos con cuatro años más que usted. ¿Se plantea la opción de darle alcance?
No lo sé. Creo que todavía puedo jugar algunos años más, pero no dependerá de mí. Tengo contrato hasta mayo y, cuando termine la temporada, pensaré acerca del futuro junto a mi agente. Desconozco si me llegará un buen contrato. El baloncesto me gusta muchísimo, estoy dedicado a él en cuerpo y alma, así que sólo me falta esperar alguna oferta. Si tengo la oportunidad, por qué no puedo llegar a los 44 como Darryl. Es tan importante tener una buena cabeza como un físico poderoso.
En el vestuario ejercerá de padre espiritual para muchos jugadores. ¿Le piden consejos los jóvenes?
Sí, sí... Siempre que lo hacen, yo estoy ahí para ayudarles. Eso sí, no me gusta entrar en el vestuario y hacerlo sin que me pregunten. Si alguien quiere alguna ayuda respecto al baloncesto o de su vida privada, soy además de un compañero de equipo un amigo. He vivido muchas experiencias en esta profesión y, si les puedo echar una mano, desde luego lo haré.
Lleva ininterrumpidamente en España desde 2001 y ha jugado en ocho equipos diferentes. ¿Nunca le ha tentado actuar en otro país?
Un jugador de baloncesto no está siempre en condiciones de elegir su destino y está a expensas de las ofertas. Mi familia está contenta de que haya estado en tantos lugares, porque España tiene muchos sitios bonitos para jugar y también vivir. No me importaría actuar en otra competición, pero todo dependerá de las proposiciones que lleguen.