Quien sabe si en ese desconcertante minuto final se evaporó un billete para la Final Four. Cuando el Baskonia ya saboreaba una victoria de oro que hubiese dejado a tiro de piedra la anhelada clasificación para la magna reunión de Barcelona, se le escurrió la gloria de las manos en el último suspiro de manera cruel. A 69 segundos para la conclusión, el Buesa Arena estaba a punto de estallar de alegría con un marcador favorable (81-77). Sin embargo, el equipo vitoriano perdió el norte y varias fatídicas acciones le conderon a un castigo demoledor que le ubica en un callejón sin salida de cara al doble duelo de la próxima semana en el Nokia Arena.
El eléctrico Pargo silenció el templo alavés con una suspesión angulada desde cinco metros que constituyó la puntilla, pero el éxito se marchó instantes antes por el sumidero con un innecesario dos más uno de Eliyahu, una ingenua pérdida de Huertas y una bandeja errada por Logan. Ahora toca ir a Tel Aviv a ganar uno de los dos duelos si Baskonia quiere obtener el preciado billete para la Final Four de Barcelona
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