Relegado. en un segundo plano. Totalmente fuera de foco. Una mala defensa y Dusko Ivanovic castigó a Brad Oleson con una ración extra de banquillo. Tal fue así, que el exterior de Alaska no volvió a salir a pista. El escolta baskonista no jugó ni un minuto del primer cuarto, solo lo hizo 2m 42s en el segundo y tras ese despiste ya no volvería a salir. Lo de ayer fue un papel testimonial.

No fue ni secundario. Lejos de lo que en él es habitual. No en vano, hasta la fecha promediaba 22 minutos en la ACB. Su menor presencia en el parqué la tuvo en la segunda jornada ante el Unicaja cuando disputó once. Pues bien, ayer ni tres, lo que le llevó a firmar una estadística prácticamente en blanco. Ni tiros, ni rebotes, ni pérdidas, ni asistencias, ni... Nada de nada. Tan sólo una falta, lo que le dejó con una valoración negativa de -1.

La quinta peor del curso, ya que en el encuentro anteriormente citado frente a los malagueños se fue hasta los -4, al igual que contra el Valladolid, mientras que contra el Valencia incluso lo hizo aún peor al acabar el choque de la sexta jornada con -5 y ante el Real Madrid en la duodécima se quedó en -2. Eso sí, en todos esos partidos superó con holgura la decena de minutos en pista. Ayer no. Ayer casi no salió a escena. Fue la cruz.

EN EL INICIO Y EN EL DESPEGUE Al menos, en esta ocasión la moneda también tuvo un reverso y este fue para Logan. La cara del duelo. De secundario en el pasado a actor principal junto a Batista y Huertas. Logan fue clave en el inicio. Su acierto permitió al Baskonia no descolgarse en un nefasto primer cuarto del equipo en el que él metió 7 de los 18 puntos del cuadro gasteiztarra. Sin casi minutos en el segundo parcial, volvió a ser decisivo tras el descanso, cuando el Caja Laboral logró el despegue definitivo.

Ahí Logan volvió a anotar otros siete puntos, con una excelente carta de tiro además -2/2 en lanzamientos de dos y 1/2 en triples-, además de coger un rebote, dar una asistencia y robar un balón para una valoración total de ocho puntos en esos seis minutos que estuvo en cancha durante el tercer cuarto. Notable. Uno de los artífices del despegue definitivo. Logan estuvo ayer en primera línea. Como en sus mejores actuaciones en el presente campeonato doméstico. De hecho, igualó con los 14 puntos anotados frente al Granada su tope anotador en la ACB. Los mismos que anotó ante Unicaja, Lagun Aro y Valladolid. Seis más de los que promedia hasta la fecha. No solo mejoró sus puntos. También su valoración creció al pasar de los 6,7 de la temporada a los 10 puntos que logró ayer, en un partido que anotó tres triples, los mismos que ante el Alicante y uno menos que contra el Valladolid, donde con cuatro logró su tope de la temporada.