Dice el gran Stan Lee, creador de los mejores cómics de la Marvel, que todo buen superhéroe debe tener un nombre real en el que nombre y apellido comiencen por la misma letra. Bajo esta premisa imaginó a Spiderman (Peter Parker), Hulk (Bruce Banner), Sue Storm, la mujer invisible de los Cuatro Fantásticos o Cíclope de los X-Men (Scott Summers). Todo hombre o mujer con poderes que se precie guarda un alter ego de a pie que oculte su doble personalidad cuando no visten ceñidas mallas u ondean sus capas al viento. Pero los superhéroes no solo se circunscriben al papel y, en los últimos tiempos, al celuloide. El baloncesto, terreno abonado para la exaltación de la individualidad, también goza de hombres dotados de cualidades de las que muchos de sus semejantes carecen.

Esta tarde, (19.00 horas, ETB-1) el Caja Laboral se enfrentará a uno de ellos en el OAKA. Su alias de héroe, 3D, esconde un nombre que haría las delicias de Stan Lee: Dimitris, Diamantidis, Defensa. La tercera dimensión surge de su inabarcable superpoder y sus larguísimos brazos, más propios, de otro miembro de los Cuatro Fantásticos, el científico Reed Richards. Sin embargo, el base del Panathinaikos tira de modestia cuando alaban su potencial en la retaguardia.

"Mi defensa no tiene ningún secreto. Simplemente intento dar lo mejor de mí en cada partido. Dar el 100% de mis posibilidades cada minuto desde que pongo mis pies sobre el parqué. Nada más. La defensa es una parte importante del baloncesto, y yo intento ayudar al equipo en cualquier faceta del juego. Eso es todo. No hay secretos", responde el timonel de 30 años. Poco amigo de las entrevistas, Diamantidis atendió la llamada de este periódico para analizar el importante duelo de hoy frente a los vitorianos. El que salga escaldado perderá la oportunidad de luchar por el primer puesto del grupo y deberá jugarse los cuartos de final en los dos choques que restan.

"aquí me tratan muy bien" Cuando en la temporada 2004-05 la Euroliga decidió instaurar el galardón al mejor defensor pocos dudaban que el jugador de la escuadra de Atenas era uno de los grandes candidatos a lucirlo en las vitrinas de su hogar. Lo que probablemente no esperaban era que Diamantidis ganara el título durante cinco años consecutivos. Solo Viktor Khryapa consiguió arrebatárselo la pasada campaña, consecuencia -entre otras cosas- de la eliminación del cuadro del trébol en el Top 16. Este año, la marcha de hombres importantes como el pívot montenegrino Nikola Pekovic rumbo a la NBA o el traidor Vasilis Spanoulis al Olympiacos han concentrado en su figura -en realidad lo logró hace unos años- todas las loas, cánticos y alabanzas de la afición del OAKA. "Hemos podido perder algunos jugadores importantes, pero ha llegado gente nueva que también es realmente buena. Al fin y al cabo, en los últimos años ha habido muchas idas y venidas, pero la esencia del Panathinaikos permanece intacta. Este equipo lleva conquistando títulos desde hace más de una década de forma continua, y siempre hace un tremendo esfuerzo para conseguir sus objetivos durante toda la temporada. Ahora nos toca a nosotros convertir esos objetivos en una realidad", explica el hombre de confianza de Zeljko Obradovic.

Nacido en la pequeña ciudad de Kastoria, a los 19 años fichó por el modesto Iraklis a cambio de 30.000 euros de traspaso y una docena de camisetas para el equipo de su ciudad natal. Permaneció cinco años en Salónica hasta que los adinerados hermanos Giannakopoulos, propietarios del PAO, se lanzaron a por él en 2005. Tentado por la NBA en varias ocasiones, el cariño de la grada del OAKA -y un suculento contrato renovado el pasado verano hasta 2013- fueron cortando de raíz cualquier proposición del otro lado del charco. Él lo tiene claro. Como en casa, en ningún sitio. "¿Por qué querría abandonar un equipo en el que me siento tan bien? Nunca he tenido una sola razón para marcharme. Desde el primer día que llegué aquí todo el mundo me trata de una forma increíble, de la mejor que podría imaginar. Luchamos por los títulos cada año, tenemos un buen equipo, un buen entrenador, los compañeros son geniales... ¿Por qué debería irme?", pregunta a su interlocutor cuando se le cuestiona sobre su impertérrito y correspondido amor al Panathinaikos. Una relación que levantaba la envidia de su excompañero Spanoulis y fue el principal motivo por el que éste acabó fichando por el Olympiacos.

Esta temporada, Diamantidis ha vuelto a erigirse en la principal referencia de la escuadra verde. 11,9 puntos por partido, 6,1 asistencias, 17,9 puntos de valoración... Aunque en el partido disputado en el Buesa Arena no fue capaz de guiar a su equipo hacia el triunfo, 3D confía en cambiar las tornas hoy en su bullicioso feudo. "Para nosotros va a ser un partido realmente importante. Sólo buscamos sacar un resultado positivo en casa para seguir luchando por la primera posición del grupo", recuerda antes de negar que el combinado alavés aterrice en Atenas en horas bajas tras su paso por el torneo del KO. "El Caja Laboral es un equipo muy experimentado y no creo que se puedan ver afectados por la derrota en la Copa del Rey. Estamos hablando de dos competiciones completamente diferentes", concluye el diamante heleno, al que el Baskonia deberá detener como sea si quiere regresar a Vitoria con una victoria.