BARCELONA Ricky (6), Navarro (9), Perovic (2), Lorbek (4), Anderson (5)-cinco inicial-, Sada (2), Lakovic (8), Vázquez (2), Ingles (15), Ndong (18), Morris (5) y Grimau (10).
DKV JOVENTUT Robinson (11), Franch (11), Trias (8), Hosley (13), McDonald (13) -cinco inicial-, Homs, Tomàs (8), Flis y Jelinek (2).
Parcialess 24-18, 19-15, 15-19.
Árbitros Redondo, Bultó, Perea. Eliminados: Morris.
Pabellón Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, lleno total con 12.950 espectadores.
madrid. El Barça practica un baloncesto frío y despiadado, maquinal, de replicantes. Tiene de todo, para todo, y le sobra. Ayer superó el primer obstáculo de la presente edición copera sin apenas esfuerzo. Jugó como el gato con el ratón al que tarde o temprano atrapará en sus garras con un Joventut que ofreció un derroche de fe digno de otras épocas, quizá mejores, quizá solo diferentes. El equipo de Pepu Hernández, parcheado, tullido por la baja de dos de sus escasas piezas, creyó mientras el Barça le dejó creer. Pero al final, como casi todos, claudicó ante la máquina azulgrana.
Hubo partido hasta el tercer cuarto. Bueno, en realidad hubo partido en el primer cuarto, con un Joventut ambicioso desde el salto inicial y un Barça a verlas venir. Dejó de haberlo en el segundo, cuando las rotaciones ratificaron que el cuadro culé no tiene un equipo de titulares y uno de reservas, sino dos equipos de titulares, y volvió a parecer que lo había en el tercero. Pero no lo había. Eso lo acabaron por confirmar los pupilos de Xavi Pascual cuando los verdinegros se crecieron, recortaron las diferencias a un punto (52-51) y ofrecieron una respuesta tan furibunda que acabó con la fe de la tropa adolescente con la que se presentó la Penya.
Como una máquina con tecnología alemana, sin corazón porque además a Juan Carlos Navarro no le ponen los choques como el de ayer, los que no dan títulos ni atraen las miradas. La Bomba llegará fresco hoy al duelo de semifinales ante el Baskonia. Pascual protegió a varias de sus piezas fundamentales para lo que está por venir. No temía al cansancio, es un término que sólo afecta a los humanos. Temía al estrés de los materiales.