Bilbao. Álex Mumbrú disputa su décima Copa. Nunca la ha ganado y no pierde la esperanza de poder levantar algún día uno de los pocos trofeos que le faltan en su lustroso palmarés. "Me gusta este torneo porque todos los equipos tienen opciones", afirma. Por esta razón, el alero catalán del Bizkaia Bilbao Basket invita a todos los seguidores del equipo a disfrutar del torneo y garantiza que el equipo pondrá todo de su parte para tratar de que la estancia en Madrid se prolongue, al menos, hasta el sábado.

Ha jugado varias Copas y en un par de ocasiones, ha rozado el título. ¿Se vive cada una de las ediciones de una manera especial?

Sí, está claro que ahora mismo la Copa es el mejor torneo de Europa en ese formato. El aficionado se lo pasa muy bien, la ciudad se vuelca con el torneo, como comprobamos el año pasado aquí en Bilbao, y siempre es especial. Nosotros somos aún un poco novatos en esto porque es solo la segunda vez que nos clasificamos por méritos propios y tenemos que conseguir que nuestra afición se enganche a la Copa y disfrute de ella todo lo que pueda. Nuestro primer objetivo era estar en la Copa, lo hemos conseguimos y ahora tenemos que ir a Madrid a competir a tope y tratar de llegar lo más lejos posible. Ganarla es muy complicado, pero el Bizkaia Bilbao Basket va a estar ahí, en la pelea.

En una ciudad tan grande como Madrid, puede que el ambiente se disperse.

Es posible, pero al haber tanta gente dentro del Palacio de los Deportes y la que se vuelca con la organización de la Copa fuera del pabellón, seguro que habrá unos núcleos importantes de baloncesto donde pasarlo bien.

¿Qué hace este torneo atractivo para un jugador? Porque deportivamente tiene menos valor que otros como la Liga ACB o la Eurocup.

Primero, te da un título y eso ya es importante para el club y para los jugadores. A mí me encantaría ganarla porque nunca lo he conseguido, me hace ilusión. Nunca la he ganado y eso que he acudido en ocasiones con equipos muy competitivos. Pero cinco o diez minutos malos te pueden sentenciar, si pierdes un partido te vas para casa y eso aumenta la emoción. Hay que llegar muy bien, con mucha confianza, intentar controlar todas las sensaciones y la euforia que hay alrededor, y que todo te salga bien en esos partidos, en ese fin de semana. Es un torneo en el que todos los equipos son peligrosos porque todos creen que tienen posibilidades de ganar. Se juega a un partido y ese es su encanto. Los favoritos tienen que ser el Barcelona, el Real Madrid y el Caja Laboral, pero a partir de ahí todo el mundo tiene las mismas opciones, del primero al octavo.

¿Y qué supone para usted jugarla con el Bizkaia Bilbao Basket, hasta ahora uno de los llamados modestos?

Supone mucho porque yo vine aquí confiando en el club, en el proyecto y en la ciudad. La pasada temporada hubo muchos cambios y fue bastante difícil llevarlo. Pero ahora el equipo está mucho más asentado y convencido, Fotis Katsikaris ha conseguido que todos entendamos lo que quiere del equipo y la afición está volcada con nosotros. Y es que cuando las cosas vienen de cara todo resulta mucho más fácil. Vamos sextos en la Liga, nos metimos en la Copa con un partido de antelación. Eso significa que somos muy competitivos y, por eso, me siento orgulloso de lo que hemos logrado. Estamos en la Copa y tenemos que disfrutarla, pero no podemos olvidar que el segundo objetivo de la temporada es el play-off y no podemos permitir que la Copa, pese lo que pase, nos distraiga de la Liga.

El año pasado los torneos de eliminación, la Copa y la Final Four, dejaron un regusto amargo por las derrotas ante el Caja Laboral y el Alba Berlín. ¿Está ahora el equipo mejor preparado para afrontar un partido de este calibre, en el que no se puede fallar?

Bueno, hay que pensar, por ejemplo, que el Real Madrid lleva muchos años sin ganar la Copa y, en ese tiempo, ha ganado unas cuantas Ligas. Nosotros jugamos contra el Caja Laboral, que siempre compite en la Copa y todo el mundo anda con cuidado contra ellos porque son especialistas. El año pasado estábamos más centrados en la Liga porque nos jugábamos mucho y nos ganaron fácil. Ahora ellos serán favoritos de nuevo, pero nosotros vamos con otro ánimo y mucho más centrados, con más confianza y sin otras cosas que ocupen nuestra cabeza. Y el resultado puede ser diferente al del año pasado, eso espero.

Se habla mucho del mal momento de los baskonistas. ¿Piensa que está el partido ante el Caja Laboral más igualado que nunca?

Aunque parezca que ellos no están en su mejor momento porque han sumado algunas derrotas inesperadas, son favoritos. El Caja Laboral es el actual campeón de la Liga ACB, se le dan muy bien las Copas y no creo que vayan allí a verlas venir, si no a intentar ganarla, como hacen siempre. Tiene equipo y potencial para ello y seguro que mañana vamos a ver al mejor Caja Laboral. Nosotros hemos sufrido dos derrotas consecutivas en partidos muy difíciles, pero ante el Real Madrid logramos competir hasta el final y pienso que llegamos con mucha confianza. Un derbi siempre tiene mucho interés y en este caso, no es distinto.

En 1998, la primera Copa que usted jugó en Valladolid y en la que llegó a la final contra el Pamesa, el Real Madrid, el Estudiantes y el Taugrés eran cabezas de serie y quedaron fuera a la primera y el Barcelona también cayó en cuartos de final ante el Joventut. ¿Cuándo volverá a darse algo igual? Ahora todo parece encaminado a una final Barcelona-Real Madrid.

Puede ser, pero hay que apelar a que siempre puede haber sorpresas en la Copa. Los cinco equipos que no contamos tanto en los pronósticos también tenemos algo que decir y debemos apurar nuestras bazas hasta el final. Lo que está claro es que el Barcelona y el Real Madrid no van a llegar a la final sin ganar ningún partido. Es un empeño complicado para los demás, pero hay que jugar. Es evidente que, últimamente, el margen de sorpresa se ha reducido, ya no tanto en un partido, sino por tener que ganar tres seguidos. Antes podía pasar, pero ahora la diferencia de presupuestos y de plantillas lo hacen un poco más complicado.

Por tanto, el Bizkaia Bilbao Basket debe mostrar una mentalidad ambiciosa y no pensar que estar en la Copa es solo un premio.

Hombre, hay que ser realista y saber que es solo nuestra tercera Copa. Si lleváramos diez, sabríamos cómo hay que jugarla, pero... Ahora bien, hay otros equipos que querrían estar en nuestro lugar. Por eso digo que hay que tratar de disfrutar, sobre todo la afición, de la Copa y de cada minuto de los partidos, ir sin presión y tratar de hacerlo lo mejor posible para seguir creciendo como equipo.