Vitoria. Más vivo que nunca. El anhelado golpe de autoridad ante un gigante continental que se resistía sistemáticamente. Los cuartos de final de la Euroliga continúan siendo un objetivo al alcance del Caja Laboral, que ayer resurgió de sus cenizas con una balsámica victoria. Cuando nadie apostaba un mísero duro por él y parecía sepultado bajo tierra tras la dolorosa derrota ante el Lietuvos, el desembarco del líder y favorito de grupo ahuyentó definitivamente todos los fantasmas que se cernían sobre el Fernando Buesa Arena con un triunfo de calidad que inundó de felicidad a las masas.
Para un colectivo como el vitoriano sumido en la depresión y con la autoestima muy debilitada por una impensable serie de cornadas, la revitalizante velada vivida ante el Panathinaikos supo a gloria. Rebosante de casta, con el célebre espíritu de antaño y el aliento del sexto jugador procedente de la grada, el Baskonia recuperó el aliento en un momento propicio. Y la gesta de tumbar al ogro heleno, casi inviable antes del salto inicial visto el desigual estado de forma con el que comparecían unos y otros, se hizo realidad con todo merecimiento, ya que el alicaido combinado de Obradovic siempre estuvo a remolque en el marcador y sometido al autoritario dictado azulgrana.
El 77-70 definitivo enmienda el trágico error ante los bálticos, reabre un grupo cuya primera plaza amenazaba con tener un dueño claro en el inquilino del OAKA y, sobre todo, constituye un revulsivo impagable en esta temporada marcada por las dudas y la inconsistencia. Porque el Baskonia no sólo ganó, sino también convenció con una memorable lección de pundonor, ardor defensivo y compromiso colectivo. Son los mandamientos básicos que rigen en el universo azulgrana y que, hasta la fecha, se habían incumplido sin saber la razón exacta. El único camino a seguir para un futuro que, tras éxitos de este calibre, se divisa con más optimismo si nadie se duerme en los laureles.
Si se le reclamaba al anfitrión alavés que opusiera toneladas de corazón y elevara el listón de su mediocre baloncesto exhibido hasta ahora para agarrarse a sus opciones continentales, el Buesa Arena estuvo por fin de enhorabuena. Frente a uno de los cocos de Europa que demandaba otra vuelta de tuerca en todas las facetas, el baskonismo revivió la vieja sensación de competir con entereza y de tú a tú. Tras varias jornadas de tinieblas y hambruna baloncestística, emergió una versión más reconocible en el día más oportuno para despertar del letargo.
Esfuerzo e implicación El sobrio trabajo azulgrana, en cambio, casi nunca se plasmó en una cómoda ventaja en el marcador. El Panathinaikos, siempre uno o dos pasos por detrás e incapaz de despojarse los grilletes con que fue atado en corto, penalizó los contadísimos errores locales y vivió del tiro libre para prolongar su suerte en un encuentro disputado desde el segundo cuarto con únicamente dos árbitros tras la inoportuna lesión muscular sufrida por el veteranísimo finés Carl Jungebrand.
A diferencia de otras ocasiones, el destajista esfuerzo defensivo y la notable implicación coral obraron la proeza. La vieja guardia, comandada por un sobresaliente San Emeterio, mantuvo el tipo con la eficiencia habitual y algunos suplentes fuera de onda dieron esta vez un paso al frente para reinvindicarse. Con mención especial para la pujanza de Logan, los refrescantes triples de Ribas en el epílogo del tercer cuarto y la fortaleza interior de un Batista convertido en el faro imprescindible para lograr el equilibrio. Una canasta del pívot uruguayo puso al Caja Laboral en órbita (62-49), pero el Panathinaikos no había dicho su última palabra.
La zona de ajustes de Obradovic, una absurda técnica a Batista y un pequeño apagón en ataque instalaron los nervios. Sin embargo, la reacción griega no fue a más. Con las uñas en carne viva, la sangre fría desde los 4,60 metros rubricó la caída visitante y permite soñar con el billete entre los ocho mejores de Europa. Restan tres jornadas angustiosas, pero queda el consuelo de que el Baskonia ya depende de sí mismo.
RIBAS, PAUGARCIA, ANDERHUERTAS, MARCELINHOLOGAN, DAVIDTELETOVIC, MIRZABATISTA, ESTEBANSAN EMETERIO, FERNANDOOLESON, BRADBUESA, MARTINSOW, PAPEBARAC, STANKOBJELICA, NEMANJATeam Min: Minutes played; Pts: Points; 2FG M-A: 2-point Field Goals (Made-Attempted); 3FG M-A: 3-point Field Goals (Made-Attempted); FT M-A: Free Throws (Made-Attempted); Rebounds: O (Offensive), D (Defensive), T (Total); As: Assists; St: Steals; To: Turnovers; Bl: Blocks (Fv: In Favor / Ag: Against); Fouls: Cm (Commited), Rv (Received); Rkg: Ranking
Head coach: OBRADOVIC, ZELJKO
TEPIC, MILENKOPERPEROGLOU, STRATOSBATISTE, MIKEFOTSIS, ANTONISSATO, ROMAINNICHOLAS, DREWTSARTSARIS, KOSTASDIAMANTIDIS, DIMITRISVOUGIOUKAS, IANCALATHES, NICKBOGRIS, GIORGOSZOUMPOS, FOTIOSTeam