Vitoria. El tradicional fichaje invernal del Real Madrid ya tiene nombre y rostro. Acostumbrado a que Florentino Pérez cumpla sus deseos navideños, Ettore Messina había solicitado una vez más la llegada del enésimo refuerzo para la plantilla merengue. Insatisfecho con la estructura ideada durante el pasado verano, el entrenador italiano puso sus ojos en el gigante Mirza Begic para completar un juego interior que considera insuficiente pese a contar con Reyes, Tomic, Velickovic, Mirotic, Fischer y Garbajosa. Declarado en rebeldía en su actual club, el Zalgiris de Kaunas, el pívot esloveno -que precisamente completó en Vitoria su mejor actuación de la fase regular- ha acabado recalando finalmente en el conjunto madrileño, como ya hicieran Marko Jaric -ahora rival de su exequipo en el Montepaschi Siena- o Ante Tomic hace ahora justo un año.
El Madrid había alcanzado un acuerdo total con el jugador por lo que resta de temporada y dos más, pero a última hora el Zalgiris aumentó sus pretensiones económicas -el club blanco ha puesto medio millón de euros sobre la mesa- y la operación estuvo a punto de frustrarse, pero finalmente -y cuando el plazo para inscribir jugadores estaba a punto de cerrarse- el Zalgiris dio el sí y Begic contentará a Messina. Así las cosas, con un juguete de 25 años y 2,20 metros, el preparador transalpino encara esta tarde el arranque del Top 16 frente al Partizan.
obradovic abre fuego Antes de que el Real Madrid salte al parqué, el Caja Laboral tendrá oportunidad de contemplar la evolución de Panathinaikos y Lietuvos Rytas respecto a la fase previa. Los dos acompañantes del conjunto vitoriano en este Top 16 protagonizan esta tarde el choque inaugural de la segunda ronda continental. Los lituanos han renovado su plantel con las llegadas del exbaskonista Simas Jasaitis y su última incorporación -cerrada ayer mismo- D.J. Strawberry, base norteamericano que militó en el Fortitudo Bolonia y que aspira a hacer olvidar al héroe nacional Sarunas Jasikevicius, enrolado ahora en las filas del Fenerbahce de Neven Spahija. Por su parte, el Panathinaikos de Zeljko Obradovic intentará marcar distancias desde el primer día y, de paso, olvidar cuanto antes los graves incidentes -con ocho detenidos de por medio- que sufrieron hace apenas una semana en su feudo tras el triunfo de su eterno rival.
Por su parte, el ciclón taronja formado en Valencia tras la llegada de Pesic aspira a prolongar su excelente estado de forma contra el Zalgiris, mientras Efes Pilsen -reforzado con el ex NBA Flip Murray- pondrá a prueba las capacidades del Montepaschi sin su lesionada estrella Bo McCalebb. Dentro de poco más de un mes, los cuartos de final se vislumbrarán al final del camino.