Ahora que el Baskonia medita fichar un base o un ala-pívot para perfilar definitivamente su plantilla antes del Top 16 y de la disputa de la fase final de la Copa del Rey, Pape Sow está dispuesto a alzar la voz para reclamar su continuidad a las órdenes de Dusko Ivanovic. El poste senegalés, cuyo vínculo temporal en la capital alavesa expira la próxima semana, volvió a cargar ayer de razones a quienes abogan por su permanencia en la plantilla hasta el final de curso, algo que está en función de lo que ofrezca el mercado. Desde que el club le fichara por un mes, el comportamiento del ex pívot del Alicante es intachable. Su brega debajo de los tableros ha resultado impagable en muchos partidos. En Illumbe, volvió a multiplicarse con un brillante trabajo de fontanería. Intimidó atrás, se fajó por cada balón suelto y se convirtió en el amo y señor de la zona con 16 rebotes, ocho en cada aro. Tras Teletovic, fue el jugador más alineado por Ivanovic, a quien este tipo de jugadores sacrificados sientan como anillo al dedo. Además de Sow, en tierras donostiarras brilló con luz propia un Brad Oleson cuyo crédito crece a pasos agigantados. El de Alaska ganó por goleada su duelo ante Baron, una de las revelaciones ligueras del actual ejercicio que esta vez pasó desapercibida.
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