La dolorosa derrota encajada ayer por el Caja Laboral ante el Estudiantes tiene sus lógicas consecuencias en la clasificación. Tras las victorias logradas el domingo por el Barcelona y el Real Madrid, el combinado de Ivanovic no podía fallar ayer en su visita a Vistalegre. Sin embargo, lo hizo y el liderato ya se encuentra a una considerable distancia de dos victorias teniendo en cuenta el enorme potencial de culés y merengues.

Lo peor no es ya que los grandes transatlánticos de la ACB hayan puesto tierra de por medio respecto al tercero, sino la certeza de que la etiqueta de cabeza de serie para la Copa del Rey está en serio peligro ante la amenaza de un puñado de rivales que vienen apretando fuerte desde atrás. Es el caso del Fuenlabrada, con el que los alaveses se encuentran igualados en el tercer puesto de la tabla con nueve victorias y cinco derrotas, y del trío compuesto por el Power Electronics Valencia, Blancos de Rueda Valladolid y Joventut.

Todos ellos figuran ya a una sola victoria del inquilino del Fernando Buesa Arena a falta de tres jornadas para que se clausure la primera vuelta de la competición. Entonces quedarán fijados los ocho equipos que disputen en febrero la fase final de la Copa del Rey en Madrid y los cuatros cabezas de serie. Dando por sentado que Barcelona y Madrid serán dos de ellos, quedan en juego dos plazas con muchos involucrados en la pelea. El calendario para el Baskonia no es ni mucho menos asequible, ya que debe medirse todavía a tres adversarios directos. Este domingo viaja a San Sebastián para medirse al Lagun Aro, el próximo miércoles recibe en el Buesa Arena al Joventut y ese fin de semana hace de nuevo las maletas para viajar a Valladolid, donde aguardará la revelación de la Liga ACB.

ivanovic, contrariado En cuanto al partido de ayer, Ivanovic se mostró crítico con el rendimiento de sus pupilos, que se durmieron en los laureles tras un aseado comienzo. "Es un partido que iniciamos muy bien, sobre todo en defensa, pero luego sufrimos un increíble bajón en el juego. Hubo una gran falta de carácter e intensidad en el segundo cuarto", reconoció Ivanovic, quien también atisbó una clave para que, al final, el Estudiantes se llevara el gato al agua. "Tras el descanso, recuperamos para tener opciones de triunfos, pero con tantas pérdidas de balón es muy difícil ganar", vituperó el técnico montenegrino.