Vitoria. El grupo D de la Euroliga se completó ayer sin sorpresas significativas y con el Panathinaikos encaramado a la cúspide. El cuadro heleno, uno de los cocos de la competición, satisfizo su objetivo de batir en el OAKA al Armani Jeans para erigirse en cabeza de serie y evitar así en el Top 16 a Maccabi, Montepaschi y, previsiblemente, Olympiacos, principal candidato a liderar el lote B y dejar con la miel en los labios a Real Madrid y Unicaja si esta noche se impone en El Pireo al Lottomatica Roma.
Por lo demás, la otra noticia significativa vino derivada de la clasificación del Power Valencia, que ayer ganó al Olimpia en el último segundo (78-77) gracias a un triple de Savanovic y ha culminado una proeza casi impensable tras su errático comienzo de competición que le llevó a perder cuatro de los cinco primeros choques. El aterrizaje de Svetislav Pesic en el banquillo ha cambiado la abúlica cara de un equipo que, con Manuel Hussein al mando de las operaciones, estaba condenado al fracaso más estrepitoso.
La nítida derrota del Armani en Grecia desde el salto inicial restó mucha trascendencia al duelo en La Fonteta, donde daba igual que ganara o perdiera el cuadro valenciano dado su mejor basket average que los transalpinos, a los que enjugaron la semana pasada una diferencia de once puntos (60-75) y dejaron prácticamente heridos de muerte. Pese a su derrota de ayer, el Olimpia del ex baskonista Ilievski ha completado una excepcional fase inicial.
Y es que, como cabía esperar, el opulento Panathinaikos impuso la lógica (93-62) ante los italianos y acabó primero de grupo, con lo que los griegos se convierten en un potencial rival del Caja Laboral para el Top 16 en el sorteo del próximo 4 de enero que se celebrará en Barcelona. Pese a las sensibles ausencias en el juego interior de Mike Batiste y Aleks Maric, que podría estar alejado de las canchas hasta abril del año que viene si se confirma la rotura del tendón del tríceps de su brazo derecho, la tropa de Obradovic exhibió una aplastante superioridad.
Por último, el decepcionante CSKA cosechó una victoria intrascendente (78-69) ante el Efes Pilsen que ni mucho menos enmascara su monumental fracaso de quedar apeado del torneo a las primeras de cambio.