Vitoria. Entre todas las estrellas que pueblan la galaxia del Maccabi hay una que brilla por encima del resto. El gran momento de juego que atraviesa la escuadra hebrea esta sustentado en un hombre de 2,03 metros que lleva años asombrando con su solvencia y buen hacer en las canchas. Sus números le avalan. Durante la primera vuelta de esta fase regular, Chuck Eidson apenas ha tenido un borrón en una trayectoria continental intachable, empezando por el duelo inaugural que el Maccabi disputó en el Buesa Arena.

Aquel día, el alero norteamericano fue el único estilete en el que David Blatt pudo confiar. Con catorce puntos, siete rebotes y ocho asistencias, Eidson se convirtió en el primer MVP de la temporada a pesar de que su equipo acabó cayendo en el pabellón de Zurbano 94-78. Un primer tropiezo que los macabeos no han vuelto a repetir en la presente campaña.

Nacido en Carolina del Sur hace 30 años, el antiguo jugador del Lietuvos Rytas inició su carrera europea en la liga alemana, donde ya desde sus primeros partidos demostró que su muñeca zurda estaba llamada a marcar distancias con el resto de rivales en la endeble competición germana. Enrolado en los Giessen 46ers, Eidson guió a su equipo hasta las finales con una memorable actuación en el partido decisivo, anotando nada menos que 40 puntos, aunque posteriormente caerían en la final. Agasajado con el título de MVP de la liga, el exterior estadounidense optó por probar suerte en Francia durante una campaña antes de enrolarse en el Lietuvos Rytas, donde su talento acabó finalmente por eclosionar.

Ya tras su primera temporada, clubes como Real Madrid, Maccabi o el propio Baskonia intentaron sin éxito hacerse con sus servicios. Defendiendo la elástica de la escuadra de Vilnius, Eidson se proclamó campeón de la Eurocup antes de fichar por su actual equipo, con el que el año pasado promedió 12,1 puntos y 4,3 rebotes por partido. Ahora, con David Blatt en el banquillo hebreo en sustitución de Pini Gherson, Chuck Eidson es ya el principal referente en el juego del técnico macabeo.

un sueño para el maccabi Mientras muchos jugadores llegan a la cima demasiado pronto y acaban sucumbiendo a la presión, el exterior de 2,03 metros ha sabido aguardar el momento oportuno para tocar la élite. Hace dos años, con 28, firmó un contrato de dos temporadas en Tel Aviv con una entidad que el día en el que anunció su fichaje destacó de su nuevo pupilo "su gran personalidad tanto dentro como fuera de la cancha". "Fichar a Chuck Eidson es un sueño para cualquier club", apuntaba en su día la nota de prensa. Y es que la estrella del cuadro israelí representa como pocos el paradigma de jugador disciplinado. Padre de gemelos, sueña con regresar a los Estados Unidos cuando finalice su carrera profesional en Europa para poder ver crecer a sus hijos en su antigua casa de Summerville.

Esta tarde, mientras todo el mundo centra su mirada en la pelea que Barac, Haislip o Teletovic mantendrán en la pintura con el orondo Soflokis Schortsanitis, el resto de pupilos de Dusko Ivanovic deberán encargarse de contener las acometidas ofensivas del hombre de la zurda de oro. El jugador determinante que, para muchos, ha sido sin duda alguna el mejor fichaje que el Maccabi de ha realizado en los últimos años. Y eso es mucho decir.