Vitoria. El terror de las básculas, Sofokles Schortsanitis, vuelve a cruzarse pasado mañana en La Mano de Elías en el tortuoso camino continental del Baskonia. Coincidiendo con la apertura de la segunda vuelta de la ronda inicial de la Euroliga, un partido crucial en el que el cuadro de Ivanovic se halla obligado a superar al Maccabi por lo civil o lo criminal dadas sus urgencias clasificatorias, la presencia del orondo pívot heleno ya infunde cierto respeto en los pívots azulgranas. No así miedo, ya que Mirza Teletovic se postuló ayer como un posible secante para contener su fornida figura cuando Stanko Barac sea oxigenado por el cuerpo técnico.
El letal francotirador bosnio, sometido esta temporada a un desgaste brutal al verse obligado a contener durante muchos minutos a los cincos rivales debido a la bisoñez de Musli y la querencia del gigante croata a incurrir en faltas, afronta sin complejos la exigente tarea de emparejarse con una auténtica fuerza de la naturaleza. Una pelea en la que, a priori, tiene poco que ganar y mucho que perder a la vista de su abrumadora desventaja en cuanto a kilos, pero que encara antes del salto inicial con ingentes dosis de valentía.
"No tengo pesadillas estos días. No voy a tener ningún problema en defenderle, ya que físicamente he aguantado otras veces a muchos de los pívots puros que hay en Europa. A ver cómo lo hago, ya que es un tanque especial", soltó ayer entre bromas a la conclusión del entrenamiento matutino en el Buesa Arena. Ya más en serio, Teletovic valoró al pívot del Maccabi en su justa medida, ya que, a su juicio, "es muy difícil jugar ante él cuando se mueve debajo de la canasta y, por tanto, un jugador difícil de parar".
Cuestionado sobre la necesidad de que el club mueva ficha con la llegada de un complemento para Barac y de que Musli sea cedido a otro lugar en busca de minutos, también se expresó con meridiana claridad. "Conmigo sucedió lo mismo en su día. Siempre hay muchas dudas sobre los jóvenes que llegan a un equipo, pero Dejan es uno de los talentos más importantes de Europa y puede aportar cosas. Eso sí, necesita tiempo y muchísimo trabajo para ser un jugador competitivo".
Tras la marcha de Rancik y la recuperación de Haislip, la joven promesa balcánica se mantiene, de momento, como la cuarta rotación interior en espera de acontecimientos. Si las arcas del club lo permiten y surge algún mirlo blanco en el mercado, el Baskonia no descarta la posibilidad de alterar su fisonomía interior en víspera de que los títulos se pongan en juego.