Martin Rancik pudo jugar ayer su último partido de la ACB con la elástica baskonista. El ala-pívot eslovaco finaliza su contrato el jueves, justo un día después de enfrentarse al Partizan de Belgrado. Ayer, tras un encuentro en el que no cuajó precisamente una de sus mejores actuaciones, el todavía interior azulgrana asumió que sus horas en Vitoria están contadas. "Acabo contrato después del partido en Belgrado y puede ser que sea el último. Todavía no he hablado con el club, pero ahora mismo tienen dos cuatros muy buenos como son Mirza y Marcus. Igual necesitan un cinco, no sé cuál es la idea del club", admitió Rancik, que ayer se limitó a disputar cinco minutos de juego en los que apenas tuvo tiempo de jugarse un triple que acabó fallando.
"Estoy encantado de haber tenido esta oportunidad de jugar en el Baskonia. En Belgrado haré todo lo posible para que ganemos. Me falta un partido más y voy a prepararlo lo mejor posible", anticipó el poste de 32 años, que aterrizó en la capital alavesa hace un mes con un contrato temporal de 30 días. Después de cuajar un buen partido ante el Zalgiris -aunque no pudo contribuir a lograr el triunfo frente a los lituanos- Rancik viajó a Zaragoza con la perspectiva de encarar el que probablemente fue su último choque liguero. "Hemos jugado bien en defensa y nuestra selección de tiros de ataque ha sido buena. El CAI es un equipo fuerte y sabíamos que tenía muchas armas para jugarnos", explicó el jugador azulgrana, que de no prorrogar su estancia en el Buesa Arena deberá buscar un nuevo destino en los próximos días.