Vitoria. El día después de gritar a los cuatro vientos que ansía volver a casa y olvidarse por siempre de la NBA, Real Madrid y Barcelona han saltado ya al acecho de Rudy Fernández. Juan Carlos Sánchez, responsable de la sección de baloncesto del conjunto merengue, deslizó ayer que estarían encantados de contar con el balear en sus filas. Por mucho que hace apenas unas semanas se gastaran casi un millón de euros en Carlos Suárez, en Madrid no renuncian a atraer a un hombre con un calado mediático mucho mayor que cualquiera de sus actuales figuras.

Por su parte, el Barcelona parece en estos momentos más cerca de hacerse con los servicios del jugador, e incluso hace unos días ya se rumoreó la posibilidad de que la entidad culé tuviera un precontrato con el jugador de los Portland Trail Blazers. Un extremo negado sin embargo por ambas partes. Curiosamente, ayer el internacional español no pudo completar el primer día de entrenamientos con los Blazers debido a un pequeño problema de visión. Rudy, que el lunes dedicado al día de la prensa en la franquicia estadounidense también se sometió a un examen oftalmológico, sintió los efectos secundarios de las gotas que le pusieron los doctores del equipo.

Según la información oficial de los Trail Blazers, el mallorquín amaneció con problemas de visión, lo que le impidió completar en el trabajo matinal con el resto de la plantilla. Sin embargo, sí pudo tirar a canasta y participó en otras estrategias sin balón. Mientras, la situación de Rudy dentro del equipo sigue siendo toda una incógnita después que el lunes declarase que su intención era no seguir con los Trail Blazers, ni en la NBA, donde su juego no se adapta tan bien como lo hace en Europa.

"Mi estilo de juego se adapta más a Europa que al sistema de la NBA y por eso prefiero volver a casa, pero hora mismo no quiero pensar en jugar en otro equipo de la NBA porque mi equipo son los Blazers",

aseguró el lunes el jugador.