vitoria. A Dusko Ivanovic los jugadores como Florent Pietrus le gustan más que los caramelos a los niños. Atlético, voluntarioso y, sobre todo, personificación de la defensa por encima de todo, el jugador francés finalizó el encuentro de ayer como el fichaje baskonista con más minutos sobre el parqué del Buesa Arena. Un minuto más que David Logan, diez segundos más que Nemanja Bjelica y diez minutos más que Marcus Haislip. En su cuarto de hora de partido, sólo se permitió el lujo de lanzar una vez a canasta. Falló, pero se acercó a la línea de tiro libre en ocho ocasiones, de las que anotó cinco.

En un partido en el que la vieja guardia sólo tuvo dos grandes representantes -Fernando San Emeterio y Marcelinho Huertas-, los recién llegados apenas tuvieron tiempo de lucirse ante el que será su nuevo público durante la competición. Por diferentes motivos, ninguno de los cuatro refuerzos pudo lanzar algún destello de sus prestaciones en la derrota ante el Power Electronics Valencia. Los galones no se traspasan de la noche a la mañana, y mucho menos con el entrenador montenegrino como capitán de barco.

Aunque lleva más tiempo compartiendo pretemporada con el conjunto vitoriano que el resto de nuevos refuerzos, Logan demostró que aún le queda un largo recorrido para adaptarse al estilo Baskonia. Que un killer como el escolta norteamericano apenas se eleve sobre el parqué en tres ocasiones durante sus catorce minutos de juego es la mejor muestra de que su confianza todavía se encuentra bajo mínimos, por mucho que partiera de titular en el cinco inicial dibujado por el preparador balcánico. Sin embargo, teniendo en cuenta que sus competidores en el puesto (Ribas y Oleson) tampoco parecen haber iniciado la temporada en un estado de forma descomunal, Logan dispone al menos de un salvoconducto de varias semanas para recordar al tirador que emergió de la nada en el Asseco Prokom.

Un caso prácticamente opuesto es el de su tatuadísimo compatriota, Marcus Haislip. El interior estadounidense salió a falta de dos minutos para el final del primer cuarto. Se jugó un triple sin verse acompañado por la fortuna. Poco le importó. En el arranque del segundo periodo volvió a probar suerte y acertó (23-21). Con cinco minutos jugados, enfiló el camino al banquillo. Pensó que era un hasta luego, pero resultó ser un adiós. Ivanovic no volvió a contar con él, aunque su escasísima presencia en los entrenamientos -aterrizó en Vitoria el lunes- no apuntaba mayores proezas a estas alturas. Eso sí, cinco puntos en cinco minutos son una excelente carta de presentación para el antiguo jugador del Panathinaikos, siempre y cuando haya entrenado bien la defensa en sus solitarias sesiones en los Estados Unidos mientras aguardaba la confirmación de su fichaje por el Baskonia.

introvertido bjelica Mientras su mujer deambulaba por las gradas del pabellón de Zurbano en busca de su asiento, Nemanja Bjelica parecía hacer lo propio en la cancha. Todavía introvertido cuando no tiene un balón en las manos, el jugador serbio sólo fue capaz de anotar un triple de los cinco tiros de campo que intentó. Como el resto de fichajes, como casi todos sus nuevos compañeros en realidad, Bjelica puso en evidencia lo temprano de esta cita para un equipo en el que algunos de sus principales baluartes todavía ni han desecho las maletas. Ahora, a la espera de que el tan necesitado pívot abra la puerta del Buesa Arena para ocupar la taquilla vaciada meses atrás por Tiago Splitter, Ivanovic cuenta al menos con todos sus efectivos disponibles para preparar el inicio de la Liga. La ilusión de la Supercopa ha pasado ya a otras manos.