vitoria. Marcelinho Huertas se perfila un año más como uno de los buques insignia del Caja Laboral. Su descollante recta final en el pasado ejercicio y sus notables prestaciones en el Mundial pese a la prematura eliminación de Brasil le convierten en indiscutible dentro de los esquemas de Ivanovic, si bien será el jugador que más añore a su inseparable Tiago Splitter por la conexión existente entre ambos tanto dentro como fuera de la pista.
Recién finalizada su participación en Turquía y antes de viajar ayer hacia Francia, el timonel carioca valoró las opciones azulgranas de reverdecer viejos éxitos. "El año pasado también había un equipo nuevo y la gente no tenía fe. Ahora es la misma historia. Hemos sufrido una pérdida muy grave, pero existe la misma ilusión. Somos un conjunto joven con jugadores que ya han triunfado en Europa. Debemos seguir con la misma ambición, independientemente de los resultados", subrayó al mismo tiempo que lanzaba una velada advertencia. "Si la gente quiere continuar hablando de una liga bipolar, allá ellos. Estamos aquí para hacerlo lo mejor posible e intentar batirles".
En su segunda campaña a las órdenes de Ivanovic, Huertas espera seguir creciendo en la dirección de juego y erigirse en uno de los mejores bases de Europa. "Me gustaría seguir progresando y trabajando tan bien con Dusko. Ojalá pueda sacar lo máximo de mí", detalló el internacional brasileño, quien cuestionado por el posible fichaje de Cabezas se mostró contundente. "En la plantilla nos falta otro jugador que sea un base puro. Si llegara, sería bienvenido", confesó.
Tras enfatizar que "físicamente me encuentro bien y con ritmo", se refirió por último al torneo que disputará desde hoy el Caja Laboral en tierras galas. "El resultado no importará mucho al final. Acabamos de llegar, sé que a Dusko le gusta la perfección pero es muy difícil conseguir cosas tan pronto. Sin embargo, intentaremos ganar el torneo, ya que sabemos que la próxima semana afrontamos el inicio de una competición difícil ante rivales importantes", explicó en alusión a la Supercopa del Buesa Arena.