Vitoria. Al margen de rastrear el mercado para incorporar en breve plazo de tiempo a dos pívots, el Caja Laboral no descuida otro frente que mantiene abierto desde hace semanas a la hora de configurar su nuevo proyecto. La contratación de un cuarto seleccionable de calidad es otro de los objetivos perseguidos por el club, constituyendo Carlos Cabezas la opción más apetecible ante la falta de otras gangas.
Durante las últimas horas se han intensificado los contactos con los agentes del base marbellí para tratar de desbloquear la situación. Ambas partes han acordado ya un contrato de un año de duración con opción a un segundo, pero las diferencias persisten todavía en la retribución económica del timonel. El Baskonia ha elevado su primera proposición, pero Cabezas continúa considerando insuficientes los 300.000 euros ofertados desde el Buesa Arena. Sus agentes solicitan en concreto 100.000 más, alegando el elevado caché de un jugador que en su día fue campeón del mundo en Saitama (Japón).
Consciente de que la cotización del malagueño no es la misma que hace un verano tras su oscuro paso por el Khimki, que carece de otras ofertas sobre la mesa, que percibirá hasta diciembre unos 450.000 euros por la liquidación de su contrato en Moscú y que su llegada no es una prioridad -Huertas será el titular indiscutible, siendo Ribas y Logan las alternativas en la dirección- en los planes de Dusko Ivanovic, el Caja Laboral ha decidido no tirar la casa por la ventana para concretar este movimiento.
Ello, sin embargo, no es óbice para dejar pasar la oportunidad de fichar posiblemente al mejor cupo que ofrece en estos momentos un mercado desértico y amoldarse a la reglamentación vigente. Además de Oleson, San Emeterio y el propio Ribas, se precisa otro hombre que mantenga un fuerte grado de competitividad y permita al preparador balcánico disponer de un grupo formado por once jugadores.
Dado que el tiempo apremia a unos y otros, es probable que en próximas fechas se retomen los contactos con el propósito de cerrar todos los flecos y que el club vitoriano presente en la ACB una oferta cualificada. Una vez lo haga, el Unicaja -que conserva los derechos de Cabezas en España- dispondrá de diez días hábiles para igualar la proposición y así retener a un jugador para el que no tiene cabida en su plantilla.
Y es que Aíto García Reneses ya dispone en su mismo puesto de Terrell McIntyre, Panchi Barrera y Rafa Freire, por lo que el desembarco de Cabezas en el Buesa Arena no correría ningún peligro. Su amenaza de acudir al derecho de tanteo tiene como único fin la posible obtención de una compensación económica, algo que el Baskonia no está dispuesto a satisfacer.