Una vez amarrada la llegada de Bjelica, la sucesión de movimientos en el Baskonia comenzará a desencadenarse con cierta rapidez. Con Bjelica y San Emeterio como dueños indiscutibles de las dos plazas de alero, dicha superpoblación amenaza con cobrarse una rápida víctima en la figura de Walter Herrmann.

El alero argentino queda en una difícil tesitura, aunque la rescisión de su contrato no se presenta fácil al contar con un año más garantizado y otros dos opcionales. Quien también se encuentra en la cuerda floja es Lior Eliyahu, al que el Caja Laboral le abrirá definitivamente las puertas siempre que el Maccabi acceda a pasar por caja para romper el vínculo suscrito el pasado verano con el "cuatro" israelí.De momento, el club presidido por Simon Mizrahi se resiste a ello y apuesta por recuperar a uno de sus hijos pródigos sólo con la carta de libertad bajo el brazo.

Además del pívot que reemplace a Tiago Splitter, el club continúa centrando sus esfuerzos en incorporar un seleccionable de garantías que permita cumplir los cupos vigentes en la ACB. En plantillas de once elementos, son necesarios cuatro e Ivanovic cuenta sólo con Ribas, San Emeterio y Oleson.