vitoria. Un jugador que en sus dos años en el equipo se ha perdido sendos play off por culpa de las lesiones genera dudas por sí solo, aunque se trate de un hombre como Stanko Barac, en el que tantas expectativas ha depositado el Baskonia desde que se hizo con sus servicios hace ya tres temporadas. En su primera campaña fue cedido al hoy Power Electronics Valencia, y en su estancia como jugador baskonista la balanza sobre sus prestaciones no ha acabado de decantarse hacia ningún lado. Gusta su potencial y las expectativas que genera en sus grandes actuaciones, pero sus numerosos problemas físicos y su falta de garra y contundencia en la zona descompensan notablemente sus condiciones. Mientras hace dos campañas fue Víctor Baldo el encargado de ejercer de temporero durante las eliminatorias por el título tras una rotura de estrés en un dedo de su pie derecho, este año el puesto del croata lo cubrió Vladimir Golubovic. Cuando parecía que iba a ser Lior Eliyahu el cortado por culpa de su pubalgia, la espalda de Stanko Barac cumplió los peores presagios.
Por eso, en los próximos días la entidad baskonista deberá comunicar al pívot croata si quieren seguir contando con él para el futuro. El problema es que, en su momento, Barac firmó un contrato de 3+2 con el Caja Laboral, con aumento salarial incluido en esos dos años de prórroga. De esta forma, si desde las oficinas del Buesa Arena optan por hacer efectiva la cláusula bianual, no sólo renovarían su confianza en el jugador azulgrana, sino que lo situarían como uno de los puntales del equipo de cara a los próximos años. De momento, Barac ha echado balones fuera al ser cuestionado sobre su continuidad en la capital alavesa, y se ha limitado a afirmar que, en principio, cuenta con permanecer en el equipo las dos próximas campañas.
Pero eso, y mucho menos en un equipo tan dado a los cambios inesperados como el azulgrana, no está tan claro. El Baskonia, que otea el mercado en busca de un pívot que supla el vacío que dejará Tiago Splitter, no tendría problemas en prescindir del cinco nacido en Mostar si se topa con la posibilidad de reforzarse con un segundo pívot para potenciar la zona. En estos momentos, el futuro de Barac pende de un hilo.