El contundente 0-2 con el que el Caja Laboral regresó el pasado sábado de Barcelona esconde detrás la que está siendo una de las finales más igualadas en la historia de la ACB que ha comenzado con dos victorias para un mismo equipo. Los dos primeros duelos se han decidido por pequeños detalles, nimios en ocasiones, que han deparado marcadores muy ajustados en los que el Baskonia ha sabido moverse como pez en el agua para ajusticiar en los minutos finales y llevarse al zurrón dos triunfos que le colocan en clara posición de ventaja a la hora de hacerse con el título.

Los cinco puntos (58-63) que marcaron la diferencia en el primer partido quedaron reducidos a la mínima expresión en una segunda cita en el Palau Blaugrana en la que los corazones baskonistas rozaron la taquicardia. Tras haber tenido la victoria con cierta comodidad en el bolsillo, el cúmulo de errores de los últimos segundos sirvió para extender un miedo que quedó en segundo plano por la alegría que desató la recuperación de Pau Ribas para sellar el 69-70 final.

La suma de esas dos diferencias arrojan un saldo de seis puntos que dejan una media de tres en los dos partidos que se han disputado. Dos victorias baskonistas, pero mínimas diferencias, lo que habla muy bien de la capacidad de este Caja Laboral para desenvolverse en los momentos más calientes.

Esta media de tres puntos de diferencia es la más exigua en la historia de unas finales que han comenzado con la doble victoria de uno de los dos equipos. Con este registro, el Baskonia ha superado la marca establecida por el Barcelona (3,5 puntos de renta contra el Estudiantes en 2004) o la que el por entonces TAU Cerámica consiguió en la final de 2002 contra el Unicaja (5 puntos). En su otra final victoriosa, la de 2008, el Baskonia de Spahija superó al Barcelona por dos veces en el Palau, pero en aquella ocasión la media de puntos favorables al Baskonia fue de 7,5.

Así las cosas, llega el equipo de Ivanovic a la cita decisiva de la temporada, a las puertas de su tercer título liguero, con todo a su favor. El conjunto azulgrana sólo ha perdido un partido en casa en la ACB en toda la temporada y también en una única ocasión ha encadenado tres derrotas consecutivas. La mala noticia es que ha sido el Barcelona el protagonista en las dos ocasiones y, además, el cuadro culé se ha especializado en los últimos años a aguar la fiesta al Baskonia en el Buesa Arena.

Eso sí, el Caja Laboral tiene ante sí la oportunidad de repetir por tercera vez un guión que conoce a la perfección y que ya ha protagonizado en dos ocasiones. Sus dos títulos ligueros anteriores llegaron de la misma manera y tras dos victoria a domicilio el Baskonia puso el 0-3 al amparo de su público.