Perplejos e incrédulos. La doble hazaña sellada por el Caja Laboral en el Palau, que le deja a sólo un paso de izar su tercera Liga ACB de la historia, ha despertado numerosos elogios dentro del baloncesto estatal. Algunos nombres ilustres no dan crédito a la situación crítica que atraviesa en la actualidad el atormentado Barcelona, clarísimo favorito en los pronósticos previos pero obligado a ganar tres partidos consecutivos para aspirar al triplete y, de paso, impedir un éxito que el combinado de Ivanovic acaricia con la yema de los dedos por méritos propios.

Tras dos partidos cerrados, presididos ambos por un goteo de canastas, un baloncesto eminentemente físico y un ritmo extremadamente cansino que ha perjudicado notablemente los intereses catalanes, el Baskonia ha evidenciado en los últimos minutos su acreditada fortaleza mental para dejar al borde del abismo al campeón de todos los títulos celebrados hasta la fecha. "Hemos visto ya muchas finales y no sé si es la más grande hasta ahora, aunque todo el mundo hubiera dicho que el Barça ganaría por 3-0. No está siendo así ni de lejos, se le ha torcido", opina Andrés Jiménez.

A juicio de Roger Esteller, ex jugador de ambos conjuntos, el momentáneo 0-2 era algo insospechado hasta en los mejores sueños baskonistas. "Yo, siendo sincero, ni siquiera hubiera imaginado que el Caja Laboral ganase un partido, hubiese apostado por un 3-0 en el 80% de los casos. Un 3-1 ya me hubiese parecido raro. ¿El resultado de ahora? Vaya, ni en sueños". El donostiarra José Luis Galilea se deshace en elogios hacia el sensacional rendimiento azulgrana en labores defensivas. "Esto demuestra que el equipo ha ido madurando a lo largo de la temporada y que no depende exclusivamente de un jugador como Splitter. Ha llevado en todo momento la iniciativa en cuanto al tipo de partido que le convenía", reconoce.

Para Juan Antonio San Epifanio, Epi, sin embargo, esta final no ha escrito todavía su capítulo definitivo y el conjunto de Xavi Pascual se encuentra en condiciones técnicas, físicas y mentales de dar la vuelta a la tortilla. "Es sorprendente lo que está pasando, especialmente porque estamos hablando del campeón de Europa. Creo que habrá cuarto encuentro como mínimo. Lo tiene mucho mejor el Caja Laboral, pero en el tercero, las cosas van a cambiar".

Varios ex baskonistas presentes en el Palau tampoco podían intuir una situación tan ventajosa como la actual para su antiguo club. El bilbaíno Juanan Morales entiende que "el Barcelona estaba jugando muy bien y, en estos dos partidos, no han podido ser ellos", mientras que Jordi Grimau no lanza las campanas al vuelo a tenor del precedente continental. "El equipo de Pascual es capaz de ganar en Vitoria, no está sentenciado. Le pueden haber salido dos partidos malos y luego reaccionar ganando de 20, como sucedió ante el Real Madrid en la Euroliga". Otro legendario como Rafa Jofresa aporta un detalle, a su juicio, clave para explicar la hegemonía alavesa. "No diré que haya sido decisivo, pero los nueve días de descanso del Barça los ha aprovechado el Caja Laboral. Ha influido, seguro. Además, en este segundo partido, los baskonistas han jugado psicológicamente con ellos". Carles Marco, por último, estima que este resultado marcará una tendencia inesperada para el futuro. "Puede ser una sorpresa que haga bien al baloncesto, porque también es ver que todos los equipos que pueden llegar a la final, si creen en las posibilidades, tienen opciones de ganar".