vitoria. Dueño y señor absoluto de la situación. Tanto sobre el parqué como delante de los micrófonos. Dusko Ivanovic en estado puro. El entrenador montenegrino se ha adueñado por completo del escenario de esta final e incluso en sus comparecencias públicas -que habitualmente no domina tanto como cuando tira de su mágico libreto en la banda- marca el ritmo a seguir por delante de todos los demás. Así lo demostró ayer cuando, tras dirigir de nuevo a sus discípulos a la segunda victoria a domicilio consecutiva frente al vigente campeón de Europa, exigió que le cambiaran la silla -aparentemente la que tenía destinada en principio para él no se encontraba en perfectas condiciones- para poder comenzar su comparecencia ante los medios. Podría considerarse un detalle sin demasiada importancia pero, teniendo en cuenta la situación y el lugar, nada más lejos de la realidad. Tras la demostración de control absoluto, regresó el habitual discurso mesurado en el máximo responsable del banquillo vitoriano.
"Es verdad que la situación es mejor imposible, porque ganar los dos partidos fuera es muy bueno. Pero todos somos conscientes de la calidad que tiene el Barcelona y que ellos son perfectamente capaces de ganar dos partidos seguidos en Vitoria. Quedan tres encuentros y hay que ser muy humildes", argumentó Dusko Ivanovic.
Cuestionado sobre dónde residen las explicaciones de la descomunal sorpresa que está protagonizando el Caja Laboral en esta final de la Liga ACB y en particular en el encuentro de ayer, el montenegrino diseccionó el choque con la precisión de un maestro del bisturí. "Al contrario del primer partido no comenzamos bien, no tuvimos paciencia. El Barcelona jugó mejor en defensa y, cuando había dificultades, nosotros hacíamos tiros rápidos. Sin embargo, a pesar de jugar mal en ataque tuvimos fe y defensa durante los cuarenta minutos y eso es lo que nos dio la victoria. El trabajo que hemos desarrollado todo el año es lo que nos da el buen estado de forma que tenemos", precisó.
Ivanovic también se refirió a la importancia de disponer de la ventaja de campo, que el Baskonia ha recuperado gracias a sus dos últimos triunfos. "Si puedo escoger siempre elijo tener el factor pista a favor, aunque el año pasado nosotros no lo aprovechamos. Lo importante es conseguir tres victorias", significó.
Por último, el preparador azulgrana quiso destacar la actuación de una de las piezas claves en la jornada de ayer -como en otras muchas ocasiones-. "San Emeterio, desde el principio de temporada, está a un gran nivel. Es importante en todas la facetas del juego y es un jugador muy completo", alabó.
Xavi Pascual La otra cara de la moneda la personificó el técnico del Barcelona que, pese al varapalo, anunció que su equipo lo intentará hasta el suspiro final. "La situación está complicada pero intentaremos todo para ganar dos partidos en Vitoria. Este equipo tiene mucho orgullo. Nos lo plantearemos como una Copa del Rey. Son tres partidos que hay que ganar, y si perdemos uno nos vamos para casa. Pero que quede claro que este equipo no está muerto y si alguien quiere ganarnos tendrá que trabajar mucho. Que todo el mundo se prepare para ver un equipo que luchará hasta el último minuto. Navarro y Ricky son dos hombres muy importantes, pero no sólo ellos tienen que subir el nivel. El primer responsable soy yo, y sólo mejorando todos tendremos alguna opción", resumió.