vitoria. Aunque su presencia en el primer encuentro de la final ante el Barcelona fue poco menos que testimonial, podría decirse que Walter Herrmann puede llegar a convertirse en uno de los factores que conduzcan al Baskonia al tercer título liguero de su historia. El valor añadido que convierte al argentino en un talismán tiene poco que ver con su aportación numérica al juego, que en las semifinales frente al Real Madrid resultó importante. Es una cuestión de estadística, que el jueves siguió vigente pese a hallarse enfrente uno de los mejores equipos de la historia, un combinado que arrancaba la serie tras firmar una temporada con un balance bestial (61-5). Walter Herrmann nunca ha perdido un partido en la final de la ACB. Ha ganado los cuatro que ha disputado hasta la fecha.

El alero del Caja Laboral, de hecho, regresa a una eliminatoria por el título cuatro años después de la que ganó con su anterior equipo, el Unicaja, precisamente frente al entonces TAU. Con los malagueños, en aquella serie de infausto recuerdo para el baskonismo, Herrmann ejerció un rol bien distinto al que ostenta ahora en el equipo gasteiztarra, pero el resultado en los tres choques que se prolongó la disputa del título fue el mismo: Herrmann pudo disfrutar de una victoria.

Aunque el pleno de triunfos del alero argentino en las finales puede considerarse como un dato anecdótico, porque lo es, resulta curioso comprobar la enorme desigualdad que existe en las plantillas de ambos conjuntos en lo que se refiere a experiencia en eliminatorias por el título. Sólo cuatro miembros de la plantilla baskonista habían disputado algún minuto en una final antes de la que esta tarde vivirá en el Palau su segunda entrega. En realidad, ese ramillete de expertos azulgranas podría reducirse a tres, teniendo en cuenta el limitado protagonismo que uno de ellos, Fernando San Emeterio, tuvo en el cruce definitivo del pasado año entre el Caja Laboral y el propio Barça.

Dejando a un lado a Herrmann y al exterior cántabro, los otros dos baskonistas curtidos en este tipo de batallas son Mirza Teletovic y Tiago Splitter. El MVP de la presente temporada ha disputado -con el del jueves- 22 encuentros en la final del torneo doméstico. El francotirador bosnio, por su parte, jugó sobre el parqué del Palau su octava cita de estas características. Curiosamente, todos los envites en los que Teletovic ha participado con el trofeo de la ACB en juego fueron ante el mismo contrincante, un Barcelona que, por contra, cuenta en sus filas con hasta ocho jugadores que han tenido protagonismo en las finales de las últimas temporadas de la competición doméstica.

Juan Carlos Navarro, con 25, está a la cabeza de una nómina en la que le acompañan Roger Grimau (17), Fran Vázquez (15), Gianluca Basile (12), Jaka Lakovic (12), Jordi Trías (11), Pete Mickeal (8) y Víctor Sada (6). Dos de ellos fueron, además, los grandes protagonistas de los desenlaces de la ACB en las dos campañas precedentes. Tanto Navarro como Mickeal, jugadores más valiosos de las finales de los dos últimos años, han sido piezas fundamentales en los títulos cosechados por los dos equipos que ahora se disputan el campeonato. Al menos en experiencia, el bando culé supera con creces a los baskonistas. Aunque esto, como se vio el jueves, de poco vale en una final.