Mejor que ellos, nadie para desbrozar el laborioso camino hacia la tercera Liga ACB de la historia. Han sido los únicos verdugos culés a nivel doméstico en la presente temporada. Pablo Laso (Lagun Aro), Pedro Martínez (Gran Canaria) y Rafa Martínez (Valencia) obraron en su día el pequeño milagro de tumbar al mejor conjunto del Viejo Continente. De vacaciones en la actualidad, este trío desmenuza para DNA las llaves del inagotable poderío catalán y marca algunas pautas de obligado cumplimiento para que el Caja Laboral siga sus mismos pasos en el inminente inicio de la final liguera.

Ritmo pausado:Abogar por un tanteador bajo

Si en algo coinciden los tres profesionales es en el tipo de partido que interesará al cuadro de Ivanovic. Dedicarse a intercambiar golpes ante un rival dotado de innumerables recursos constituirá un suicidio. "A un tanteador alto, tendrá todas las de perder. Es una anécdota que el Barça haya perdido sus cinco partidos sin pasar de 66 puntos, ya que también ha ganado otros muchos con esos baremos. Al Caja Laboral no le conviene el ritmo alto que intentó imponer el Unicaja", resume Laso. El magnífico escolta del Power Electronics, el brazo ejecutor de la defunción culé con aquel triple espeluznante en La Fonteta, opina en la misma dirección. "Deberán realizar una gran defensa y que el marcador, si puede ser, no sea muy alto. Con unos dígitos de 80 ó 90 puntos, ellos se sienten muy cómodos y tienen muchas soluciones. Si les planteas un partido incómodo y les dejas entre 60 y 70 puntos, suben mucho tus opciones. No se puede jugar a meter más canastas, ya que poseen más recursos que nadie en la ACB y cualquiera te mata. Si el encuentro es muy defensivo, quizá no adquieran tanta confianza", relata.

Factor cancha: Una desventaja casi insalvable

Los protagonistas de la final han dado sobradas muestras de su consabida solvencia como local. Mientras el cuadro de Pascual se mantiene imbatido en la Ciudad Condal, los alaveses apenas han visto profanado en una ocasión el Buesa Arena. "Tendrá su importancia. Yo soy consciente de cómo empuja el Buesa Arena, aunque el Palau no se queda corto. Son dos pistas en las que, llegados a esta altura, la gente estará concienciada. El Barcelona es favorito, pero intuyo que tendrá muchas dificultades", reconoce el preparador del Gran Canaria. Profundizando más en esta idea, Laso concede una trascendencia sideral al duelo inaugural de la final. "Los blaugranas parten con cierta ventaja tanto por el factor pista como por su trayectoria durante todo el año. Será clave el primer partido, sobre todo después de una serie tan larga como la vivida por el Caja Laboral y otra más sencilla, la del Barça, con un ritmo de juego tan diferente", valora. A juicio del escolta de Santpedor, "ganar en Vitoria no es nada fácil" como ha quedado patente en la reciente semifinal. "El Baskonia se ha aferrado con uñas y dientes a la ventaja de campo ante el Madrid y puede ganar sus dos partidos en casa para forzar un quinto que ya sería a cara o cruz. Esa es la única vía que le encuentro, ya que en Barcelona lo tendrán muy difícil", augura.

El juego interior: Splitter, una garantía

Es el MVP de la ACB, una joya de valor incalculable sobre la que el baskonismo concentra sus sueños de hacer algo grande y un pívot que por sí mismo ayudará a minimizar, en parte, el claro favoritismo catalán. "En equipos con plantillas tan largas, es muy irreal ir a emparejamientos individuales. Pero es verdad que Tiago es quien más daño les puede hacer, como sucediese ante el Estudiantes, el Madrid o cualquier equipo de Europa. El Baskonia necesita al mejor Tiago, igual que le sucede a su rival con Navarro, pero son dos conjuntos que, sin depender excesivamente de un único jugador, poseen rotaciones y armas suficientes para encontrar su mejor juego", sentencia el entrenador vitoriano. En términos similares se expresa un Rafa Martínez para quien Splitter está fuera de la ley. "Saca ventaja ante cualquier rival por su calidad y dotes de liderazgo. Lorbek es parecido a él jugando al poste bajo, pero físicamente no es tan fuerte".

Favoritismo "culé": ¿Un as en la manga?

Que cualquier pronóstico otorgue remotas opciones de éxito al Caja Laboral puede suponer, a la postre, algo beneficioso. Así, al menos, lo entiende Pedro Martínez. "Querejeta ha vuelto a conformar un muy buen equipo. Es obvio que se miden al conjunto con mejor plantilla, pero el Baskonia ha demostrado ser el segundo mejor. Cuando juegan entre sí los mejores, no se puede decir que uno le vaya a ganar fácil al otro. El Barça puede acusar el hecho de ir tanto de favorito en función de cómo vaya la serie. No es una posición cómoda que todos te vean tan superior", esgrime. El aplastante dominio catalán infunde respeto. Hasta el punto de ser catalogado como uno de los mejores equipos de la década. "Eso es mucho tiempo, pero sí es verdad que su temporada es espectacular por las contadísimas derrotas y, además por cómo se ha manejado y la superioridad mostrada en todos los partidos claves", cree Laso. Más rotundo se muestra el exterior del Valencia Basket. "Desde que juego a esto, nunca había visto un equipo así, tan superior al resto. Lo llevo repitiendo todo el año. Me recuerda a mi etapa de junior en la que iba a jugar contra los cadetes del Barça y sabía que me iban a pasar por encima. Perder sólo tres encuentros en la ACB es impresionante".

Táctica: Ricky y Navarro, demoledores

Algo en lo que también convergen estos entendidos de la canasta viene derivado de la latente amenaza generada por el perímetro blaugrana. "Lo primero que debe hacer el Baskonia es defender su juego del bloque directo para que, a partir de ahí, los pívots del Barça no hagan daño en las continuaciones. Combinan eso con el juego al poste bajo de Mickeal y Lorbek. Para mí, no obstante, su principal fuerte es la capacidad defensiva. Si quiere ganar, el Caja Laboral deberá evitar las pérdidas para que ellos no corran, estar acertado en el movimiento de balón y, en consecuencia, generar buenos tiros", subraya Laso. Habida cuenta de la posición que ocupa, Rafa Martínez también enumera con claridad los peligros barcelonistas. "Ricky y Navarro no pueden jugar con libertad. Su línea exterior genera todo el juego. La clave es frenar sus rachas de anotación y el bloqueo y continuación".