Vitoria. El futuro Fernando Buesa Arena, al margen de entrar por su aforo en el selecto grupo de pabellones preparados para acoger cualquier evento deportivo de relevancia internacional, va a convertirse en un referente de diseño e ingenio ecológico. Uno de los secretos mejor guardados por los responsables del proyecto de ampliación, la cubierta que sustituirá a la vetusta cúpula que corona el recinto, aparece en los planes de los arquitectos encargados del proyecto como una de las claves de la modernización de la antigua plaza del ganado. Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la techumbre plana que rematará la construcción cuando concluyan las obras, en 2013, se convertirá en un enorme huerto solar que permitirá que el multiusos genere la energía que requerirá para su funcionamiento por sus propios medios.

De esta manera, los arquitectos de la Diputación pretenden abrigar el modelo que han desarrollado varias de las instalaciones deportivas más modernas del planeta. Aunque el proceso de ampliación del pabellón donde disputa sus partidos el Caja Laboral todavía se encuentra a la espera de que se adjudique por concurso público la ejecución del proyecto, la capacidad de las empresas para dar cabida a esta iniciativa puede resultar determinante. El pabellón del siglo XXI con el que contará la capital alavesa en apenas tres años requiere adaptar su filosofía de consumo energético a los tiempos. Y esta iniciativa, como ha quedado constatado en otros escenarios similares, puede ayudar en gran medida a reducir la factura, tanto económica como medioambiental, de este tipo de grandes infraestructuras deportivas.

Cada vez son más los pabellones y grandes estadios que han adquirido este modelo de autoabastecimiento. En algunos casos, como sucede en Berna, es posible que la producción pueda llegar al superávit energético. Es el caso del Wankdorf, el estadio de fútbol de la capital federal suiza. Esta instalación, célebre por haber acogido la final del Mundial de 1954, ha sufrido recientemente una reforma que lo ha convertido en una de las mayores centrales solares del mundo. Al margen de tener capacidad para acoger a 30.000 espectadores, el feudo del Young Boys genera hasta 1,2 millones de kilovatios por hora (el consumo medio anual de una población de 400 hogares) gracias a los paneles que cubren los 4.000 metros cuadrados de su techumbre.

El modelo, con mayor o menor capacidad productiva, se ha seguido en otras instalaciones, como el Estadio Solar de Taiwan o incluso el American Airways Arena, escenario habitual de los partidos de los Phoenix Suns. Si bien el caso del Wankdorf resulta el más destacado.

Tal es la capacidad para generar energía que ha demostrado el estadio suizo, que hace unos meses comenzó a vender parte del excedente a la red pública. Entre los responsables del proyecto del nuevo Buesa Arena no se espera que el éxito de esta pionera iniciativa llegue tan lejos. En cualquier caso, la idea de los arquitectos forales pasa por lograr que el multiusos pueda gestar al menos la electricidad que precise para su funcionamiento rutinario. Para ello, la nueva cubierta, plana y sostenida por un complejo sistema de cableado y anclajes, se convertirá en una pequeña estación solar.

reunión definitiva Esta iniciativa, en conocimiento hasta la fecha de unos pocos de los implicados en el proyecto, servirá como argumento de peso en la reunión que hoy mantendrán miembros del Gobierno foral con los rectores del Baskonia y el equipo de arquitectos que había desarrollado durante los últimos meses un anteproyecto alternativo. Entre los asistentes a esta reunión estará Carles Buxadé, uno de los padres de la característica cúpula del pabellón y que en los últimos días ha mostrado sus reticencias al proyecto oficial dirigido por el arquitecto foral José Luis Catón. Este encuentro debe servir para que se dé luz verde de manera definitiva al plan de ampliación que conllevará la desaparición de la actual cubierta. Será el primer paso en firme del Buesa Arena del siglo XXI.

l Edificios autosuficientes. El futuro Buesa Arena, al margen de equipararse en aforo con los mayores recintos del continente, va a emparejarse en modernidad y respeto medioambiental a algunos de las más modernas infraestructuras del mundo, como el Wankdorf Stadium de Berna, el Estadio Solar de Taiwan o el US Airways Center de Phoenix.